El viaje modernista e indiano del Parc Samà de Cambrils

Viajar en el tiempo y en el espacio. Esa es la premisa de la que pueden disfrutar los visitantes que ayer, y todavía hoy, pueden visitar el Parc Samà de Cambrils. Una ‘teletransportación’ a la época modernista y a la de los indianos, allá por finales del siglo XIX y comienzos de la pasada centuria.

Una formidable aventura en la que, además, se puede maravillar uno de la flora y fauna de este emblemático paraje. Siempre es una buena ocasión para hacerlo y, este fin de semana, especialmente.

En la mañana de ayer fueron alrededor de un centenar de personas, un buen porcentaje de ellas vestidas de blanco (que además se ahorraban el 50% del precio del tíquet por este motivo), participaron en la inauguración de la Festa dels Indians y el Modernisme. A lo que se añadía la apertura del laberinto de maíz del Parc Samà. Todo ello aderezado con una excelente actuación en vivo con música cubana, la visita teatralizada con actores ataviados con trajes de época y la cata de caña de azúcar. ¿Faltaban más alicientes para pasar una soleada y estupenda matinal o una agradable y divertida tarde? Porque la jornada se celebra en ambas franjas horarias.

En la mañana de ayer dio la casualidad que una pareja (Isabel y Juan) de la asociación cultural de recreación histórica Llum i Color del Noucentisme de Terrassa visitó el parque cambrilense ataviados de época modernista. «Nunca habíamos estado aquí. Es muy bonito y creo que aún podría ser más visitado si apostasen todavía más por ello», apuntaba Juan, mientras recordaba el brillante pasado del Modernismo.

La figura de Miquel de Ballester

Y, aprovechando que se celebra la cuarta edición del evento, el Parc Samà ha querido rendir homenaje y tributo a la figura de Miquel de Ballester, un ilustre tarraconense pionero en la producción de caña de azúcar en el Caribe. Como recuerdan los actores que interpretan de forma muy entretenida la representación teatralizada, De Ballester nació en Tarragona mientras su padre residía temporalmente en esta ciudad, estando al servicio del rey Juan II.

De Ballester es un desconocido para gran parte de la gente. La mejor prueba de ello es cuando el gracioso ‘historiador’ pregunta a los presentes: «¿saben ustedes de dónde era de Ballester?». Todo el mundo mira con cara de circunstancias y tan solo una voz es capaz de responde entre interrogantes: «¿De Reus?». Será por aquello del Modernismo, pero no. Mientras seguían las risas, el propio de Ballester (en cuerpo y gracia de un actor) nos explica la importancia de esta relevante figura, gran amigo personal de Cristóbal Colón, a quien acompañó en su segundo viaje en América, y que se convirtió en su mensajero de confianza ante los Reyes Católicos. Fue nombrado alcaide de la fortaleza de Concepción de la Vega Real, en la Isabela la Nueva (actual Santo Domingo), y tuvo que liderar su defensa frente al ejército rebelde de Francisco Roldán. Pero para saber más, merece la pena visitar el Parc Samà. Vivirlo, mejor que explicarlo. Es otra historia.