La mujer del hombre fallecido ayer en una detención policial en Cunit (Tarragona) presta declaración esta mañana en el juzgado número 2 de El Vendrell como testigo y el abogado de la familia, David Perales, ha anunciado que se personarán como acusación particular.
Perales, a las puertas de los juzgados de El Vendrell, ha manifestado que la víctima, Víctor Gallego, de 39 años y más de cien kilos de peso, "no era una persona violenta ni conflictiva, pero estaba sometida a una persecución policial".
El abogado ha relatado que el mes que viene la víctima hubiera cumplido 40 años y había pasado 16 de ellos en prisión "al ser de la vieja escuela: había hecho varios atracos, pero siempre había colaborado con la Justicia".
El letrado también ha reiterado que "él no era gitano, sino que era español y catalán", y ha añadido que "los Mossos d'Esquadra ya hacía tiempo que iban a por él".
La muerte se produjo ayer en la vecina localidad de Cunit, cuando la Policía Local fue a detenerle en cumplimiento de una orden de un juzgado de Huesca.
Perales ha detallado hoy que "los Mossos d'Esquadra le atribuían media huella suya en un robo, y él iba a presentarse voluntariamente a los juzgados, como siempre había hecho".
La versión policial sostiene, en cambio, que la víctima era una persona violenta y agresiva y que había reaccionado con gran resistencia a la detención, y hoy su abogado ha replicado que "con siete policías encima, creo que todo el mundo hubiera sido violento. Y la cara lila y la lengua inflada es todo un síntoma de asfixia".
Por su parte, la hermana y la cuñada de la víctima han criticado en el tanatorio de El Vendrell que se insista en retratar a la víctima como gitano y agresivo, "cuando no es no una cosa ni la otra".