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La Generalitat ha comenzado los trabajos para instalar más barracones que deben descongestionar algo el instituto Ernest Lluch de Cunit que desde hace años tiene una falta de espacios.
En el centro estudian 850 alumnos pero además la matrícula viva que se produce por la llegada de nuevas familias crece cada año, lo que satura aún más al equipamiento.
Los nuevos módulos son ya una segunda ampliación en el centro ya que el pasado año también tuvieron que instalarse más barracones que se han mostrado insuficientes.
El Ayuntamiento ya cedió el pasado abril un terreno a la Generalitat para la construcción de un necesario nuevo instituto. El solar de propiedad municipal de 9.032 m2 está entre las calles Mar Cantàbric y Mar de Bèring.
Recepción
Sin embargo la Generalitat todavía no ha hecho la recepción del terreno, paso imprescindible para poder redactar un proyecto y posteriormente iniciar las obras. Ante ese retraso y la urgencia de ganar espacios en el instituto de Cunit se ha optado por colocar unos barracones.
Esos módulos estarán en terrenos municipales cedidos frente al actual instituto Ernest Lluch y junto a la guardería y podrían acoger hasta seis aulas para alumnos de bachillerato.
En principio parece que deben descongestionar la actual situación del centro pero ante el crecimiento demográfico de Cunit es perentorio la construcción de un nuevo instituto. Padres de alumnos temen que las obras para instalar módulos retrasen lo que debería ser una obra necesaria y que esos barracones perpetúen más de lo necesario la situación en el Ernest Lluch.
El propio alcalde de Cunit, Jaume Casañas, señala que «la realidad es que la vida va más deprisa que los trámites administrativos» y recuerda que el crecimiento de Cunit es constante por lo que debe darse una solución de futuro y no cubrir las necesidades con parches. Así reclama agilidad para construir un nuevo instituto para el que los terrenos están disponibles hace casi nueve meses.
Seis años
En todo caso, aunque la Generalitat aceptase la recepción de los terrenos de manera inmediata, entre ese trámite, la redacción de proyectos, licitación y periodo de obras, la finalización de un nuevo instituto no estaría antes de cinco o seis años. Y para entonces hasta los módulos que ahora se colocarán pueden resultar insuficientes.
El problema de Cunit no es único en el Baix Penedès. Calafell también busca terrenos para cederlos a Ensenyament y construir un nuevo instituto ya que los dos actuales del municipio han quedado pequeños.
La comarca sigue creciendo en población, principalmente procedente del área metropolitana que se asienta en el Baix Penedès todo el año, y tiene servicios insuficientes no sólo a nivel educativo sino también sanitarios, de seguridad, asistenciales y de emergencias. Los municipios llevan años pidiendo a las administraciones competentes dimensionar los diferentes servicios a la realidad poblacional.
El alcalde recuerda a la Generalitat que «la vida va más rápido que los trámites admistrativos»
