Heidi, la niña huérfana cumple 50 años
Se cumple medio siglo de la primera emisión de una serie que marcó tendencia y llegó a publicarse en 46 países

Una escena de los dibujos animados Heidi, junto al personaje de Pedro.
La historia de Heidi, su abuelo, sus amigos Pedro y Clara, y la estricta señorita Rottenmeier se mantiene como símbolo reconocido en todo el mundo, especialmente en Suiza, donde incluso se ha creado un museo al aire libre en la localidad de Maienfeld.
Este año, la historia de la niña huérfana cumple 50 años de su primera emisión. Sus aventuras y las de sus amigos Pedro y Clara viajaron por más de 46 países. A España no llegó hasta 1975, donde también batió todos los récords de audiencias. Se trata de un personaje intergeneracional que ha conquistado a distintas sagas de todo el planeta.
Lo que realmente ha convertido a Heidi en un icono de fama internacional se relaciona con las numerosas adaptaciones que han relatado su trama en una amplia variedad de formatos, desde el célebre anime dirigido por Isao Takahata hasta Mad Heidi, una reinterpretación de la novela con un enfoque sangriento y de terror.

Heidi, junto a los personajes secundarios de la serie.
Heidi, la niña que revolucionó las series de televisión y se convirtió en una influencer adelantada a los tiempos, destacó por su carácter amable, dulce y generoso. En mayo de 1975 llegó a RTVE la producción japonesa que hoy sigue en la memoria del ejército de fans que todavía la recuerdan. «Mis padres me regalaban todos sus libros, los tengo guardados como si de un tesoro se tratara, en casa», confiesa Lucía, una tarraconense que conserva el amor por su serie de la infancia.
Un pueblo en su nombre
Parte de sus raíces profundas se encuentran en Maienfeld, un encantador pueblo suizo situado cerca de la frontera de Liechtenstein y Austria. Allí descansa Heididorf, el auténtico pueblo de Heidi. Una visita imprescindible para los fans. De hecho, desde Japón se organizan algo parecido a peregrinajes a Suiza para visitar el lugar y rendirle homenaje. Incluso la Organización Nacional de Turismo del país nipón publica ofertas y visitas guiadas a la villa para sus compatriotas.
Rodeados de un entorno de postal, a apenas 5 minutos en coche de Liechtenstein, en Heididorf los niños y niñas pueden disfrutar de los animales y conocer un poco más la historia de Heidi y el resto de personajes de la historia. Pero principalmente Heididorf se ha transformado un interesante museo etnográfico que invita a viajar al pasado para descubrir cómo era la vida en los Alpes a finales del siglo XIX y conocer los orígenes de la más famosa de las creaciones de la suiza Johanna Spiry. Heidi también se ha postulado como el libro en lengua alemana más leído del mundo.
El responsable de ese éxito de Heidi tiene nombre y apellido: Isao Takahata, director de la pieza que logró conmover a millones de espectadores, Takahata creó una serie que trasladó valores mucho más profundos que el entretenimiento. Ternura, superación e ingenio aparecen en la producción. Y contó con la colaboración de su gran amigo Hayao MIyazaki, junto al que acabaría fundando, en 1985, el famoso Studio Ghibli, que cambiaría la historia de la animación.

El director japonés Isao Takahata.
Los paisajes naturales que se extienden entorno a los Alpes suizos provocaron que la serie contara con ingredientes originales con respecto a otros productos de animación. El atractivo de los planos despertaba admiración entre los consumidores, una belleza estilística pionera en sus tiempos.
El impacto de la serie resultó tan brutal en la sociedad que frases como «eres más estirada que la señorita Rottenmeier» o «eres más vago que Niebla» se han quedado para siempre.