Dani Romera, ¿un sueño imposible para la delantera?

Los siete goles de Dani Romera no se olvidan en Tarragona. El delantero almeriense llegó el pasado mercado de invierno procedente de la Ponferradina. Buscaba encontrar en el Nàstic toda es confianza y regularidad que no había tenido a las órdenes de Jon Pérez Bolo. Fueron muchas las propuestas que tuvo encima de la pesa de equipos punteros de Primera RFEF, pero la grana fue la que más le cautivó. Firmó y el tiempo le dio la razón.

Romera fue un futbolista que gozó de la etiqueta de titular indiscutible. Solo se quedó fuera del once titular en un encuentro, en el último de la fase regular frente al Alcoyano. El resto de ocasiones contó con la absoluta confianza de un Raül Agné que le vio como ese delantero móvil ideal para su doble punta de lanza.

El delantero almeriense respondió a la confianza firmando una vuelta a la altura de las expectativas. Marcó siete goles y le dio claro un salto cualitativo a la delantera. Fue ese punta dinámico y que picaba el espacio que también permitió lucir más a Pablo Fernández.

Se acabó encantado con su rendimiento. Incluso llegó a conseguir un triplete frente al Linense, algo que no se veía en el Nou Estadi desde hace ocho años atrás cuando lo logró por entonces Marcos de la Espada. Fue la cara positiva del mercado de invierno porque ni Elías Pérez ni Juan Camilo Becerra, los otros dos fichajes, funcionaron.

La cesión llega a su fin este 30 de junio y ahí se abre un nuevo horizonte por delante. ¿Interesa la continuidad de Dani Romera? Sí. ¿Es sencilla? No. Ahora mismo estamos en un juego de cartas en el que ambas partes mira por sus intereses. Es una evidencia que pesa lo deportivo, pero sobre todo lo económico. No hay que olvidar que el almeriense es un futbolista con contrato profesional y eso provoca que su salario actual está muy lejos de lo que le puede ofrecer el Nàstic.

Lo primero que hay que tener en cuenta es que a Dani Romera le queda un año por contrato. Jon Pérez Bolo ya no seguirá en el banquillo de la Ponferradina tras firmar por el Oviedo. Su sitio lo ha ocupado el portugués José Gomes. Ahí se le abre una nueva oportunidad al delantero para intentar hacerse con un sitio en la categoría de plata. ¿Y si no, qué?

Pues bien, en ese escenario es donde el Nàstic podría tener más fuerza. Los granas ya le han transmitido al ariete que les gustaría poder firmarlo en propiedad. Eso sí, siempre dentro de una lógica económica que no se va a romper ni por él, ni por nadie. El almeriense está encantado en Tarragona y tiene lazos familiares con la provincia, su mujer es de aquí, pero eso no lo es todo. Pide un salario importante y sobre todo de una duración de más de una temporada.

Ambas partes tienen claras sus posturas en la negociación y lo que está claro es que va a ser una operación a fuego lento. Por eso el Nàstic no se fía y ya trabaja en otros delanteros. Mínimo llegarán dos, ya que la temporada que viene Agné ya cuenta con Pablo Fernández y Andrei Lupu que regresa tras su brillante cesión en el Numancia.

Los dos puestos libres que quedan serán ocupados en forma de fichajes. Ni Edgar Hernández, ni Fran Carbia renovarán y Juan Camilo Becerra no volverá tras su fiasco de cesión. Así pues, la entidad grana ya trabaja en encontrarles relevo. Probablemente uno será un punta de perfil dinámico y el otro más tanque, siendo competencia máxima para Lupu y Pablo Fernández.

La idea es que los dos fichajes que lleguen tengan un peso importante. Nadie les asegura el puesto de titular, pero sí que apuntan a ser dos delanteros de renombre. En caso de ser Romera uno de ellos, el otro sería otra importante adquisición. En ello se está, el Nàstic sigue trabajando sin prisa, pero sin pausa en cerrar una plantilla con todas las aspiraciones.