El Nàstic de Tarragona ha demostrado ser un club con valores y tener en mente el hecho de no dejar tirado a un soldado en momentos complicados, como es el caso de Robert Simón.
El extremo de Badalona se rompió el tendón de Aquiles el pasado 16 de abril, frente a Osasuna Promesas; justamente se han cumplido ya dos meses desde la grave lesión.
El conjunto tarraconense ha decidido mantener a Robert Simón hasta el 31 de diciembre. Este detalle implica que pueda seguir recuperándose tras la lesión y que el jugador pueda seguir disponiendo de los servicios médicos del club y de utilizar como uno más las instalaciones para la rehabilitación, eso sí, sin ficha.
Una temporada de calvarios
El año de Robert se define claramente en mala suerte en cuanto a infortunios. La del tendón de Aquiles no ha sido la única lesión que ha sufrido durante la campaña.
Los problemas empezaron en el mes de diciembre, cuando Robert Simón jugó en casa frente al Barça Atlètic, infiltrado por fuertes molestias en el abductor. Estas dolencias eran tan graves que se convirtieron en una pubalgia. Esta situación provocó que Robert Simón estuviera alejado del verde con regularidad.
Los dolores eran tan grandes, que, incluso, le impedían dormir, o sufrir en situaciones curiosas como la de un simple estornudo. El jugador de Badalona trabajó en silencio durante mucho tiempo. Por la mañana, no podía participar en las sesiones junto a sus compañeros, le tocaba trabajar en la sombra del gimnasio. Además se pasaba muchas horas durante la tarde en la piscina para curar la pubalgia.
La mala suerte fue tan grande, que cuando estaba prácticamente recuperado, llegó la maltrecha lesión del tendón de Aquiles.
Sesenta días después, Robert solo piensa en volver, y en hacerlo con la camiseta del Nàstic. Los médicos están alucinados de como se está recuperando de la lesión, y hasta ahora, está evolucionando todo a la perfección.
En cuanto a los planes de recuperación, se espera que Simón pueda empezar a hacer carrera continua durante el mes de septiembre. En octubre, ya podrá entrar en algunas dinámicas de entrenamiento con el grupo. Y en el mes de noviembre, se espera que Robert Simón tenga ya el alta competitiva y esté listo para jugar.
A partir de aquí, el club tiene que decidir qué hacer con el jugador. Pero se espera que la plantilla de este año no complete todas las fichas disponibles. Por lo tanto, si Robert está bien y Dani Vidal y el club dan el visto bueno, podrían hacerle ficha desde el momento que el jugador tenga el alta competitiva y esté para jugar. Si eso ocurre, Robert Simón sería renovado por más tiempo y su contrato no acabaría el 31 de diciembre.
Por otro lado, Simón es uno de los jugadores más queridos por la afición. Su personalidad, profesionalidad, y cariño hacia el club ha provocado que los seguidores del Nàstic se vuelquen con él.
Robert agradecía el gesto en su cuenta de Twitter: «Gracias al Nàstic por cuidar de mí en estos momentos tan duros. Gestos así demuestran la grandeza del club. Gracias a la afición por vuestro apoyo desde el primer momento. A seguir trabajando».
El Nàstic de Tarragona ha demostrado ser un club con valores y tener en mente el hecho de no dejar tirado a un soldado en momentos complicados, como es el caso de Robert Simón.
El extremo de Badalona se rompió el tendón de Aquiles el pasado 16 de abril, frentre a Osasuna Promesas, justamente se han cumplido ya dos meses desde la grave lesión.
El conjunto tarraconense ha decidido mantener a Robert Simón hasta el 31 de diciembre. Este detalle implica que pueda seguir recuperándose tras la lesión y que el jugador pueda seguir disponiendo de los serviciones médicos del club y de utilizar como uno más las instalaciones para la rehabilitación, eso sí, sin ficha.
Una temporada de calvarios
La temporada de Robert, se define claramente en mala suerte en cuanto a infortunios. La del tendón de Aquiles, no ha sido la única lesión que ha sufrido durante la temporada.
Los problemas empezaron en el mes de diciembre, cuando Robert Simón jugó en casa frente al Barça Atlètic, infiltrado por fuertes molestias en el abductor. Estas dolencias eran tan graves que se convirtieron en pubalgia. Esta situación provocó que Robert Simón estuviera alejado del verde con regularidad.
Los dolores eran tan grandes, que incluso, le impedían dormir, o sufrir en situaciones curiosas como la de un simple estornudo. El jugador de Badalona, trabajó en silencio durante mucho tiempo. Por la mañana, no podía participar en las sesiones junto a sus compañeros, le tocaba trabajar en la sombra del gimnasio.
