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Prometían espectáculo y vaya sí lo ofrecieron. Reus y Lleida pelearon firmemente en una semifinal de la Lliga Catalana que se decidió en pequeños detalle y que cayó del lado ilerdense.
Comenzó el Lleida marcando terreno. Fue en el minuto 10 con un tanto de Sergi Folguera. El Reus reaccionó con personalidad de la mano de su joven promesa. Checco Compagno realizaba una gran acción individual y empataba a seis del final de la primera mitad. Pudieron marcharse por delante los rojinegros, pero Martí Serra le detuvo el penalti a Raul Marín.
Compagno volvió a aparecer en la segunda mitad, después de varias ocasiones para ambos equipos. El mago italiano aprovechó un rechace tras un asistencia de Gelmà para adelantar por primera vez a los rojinegros en el marcador.
El Lleida no tardó en reponerse y prácticamente en la siguiente jugada empató de la mano de Joan Cañellas. Pudo remontar de golpe, pero Ballart detuvo la falta directa a Folguera. El Reus aguantaba la tromba, pero el Lleida disfrutaba de un buen momento.
A falta de 8 minutos todo estaba por decidir. Los dos conjuntos caminaban sobre el alamabre en un partido de desgaste de constante. Marín iba a tener una ocasión clarísima que iniciaba a Campagno y el atacante rojinegro remataba un tiro cruzado que golpeaba en el palo de la meta ilerdense. Otra vez Marín, a cinco del final, estuvo a punto de desequilibrar el marcador con un tiro frontal que volvió a desviar Serra con una gran estirada.
El Reus estaba fuerte y volvió a amenazar con una doble ocasión de Diego Rojas. Paró la tromba el conjunto ilerdense con un tiempo. En una pérdida, a falta de menos de dos minutos, Marín tiró de primeras pero volvió a aparecer Serra.
Se llegó al final con empate a dos y todo se iba a decidir en la tanda de faltas directas. Serra y Ballart aparecieron. Ambos fueron decisivos y en los primeras cinco faltas directas solo anotaron Marc Julià, para el Reus, y Oriol Vives, para el Lleida. Ya en la muerte súbita, Marc Julià erró y Andreu Tomás marcó el tanto definitivo de la victoria.
