Frenazo del Moritz Vendrell en Igualada

El Moritz Vendrell se presentó en Les Comes con una racha inmaculada de resultados y un colchón de puntos cómodo con respecto a sus rivales en la puja por la cuarta plaza. Seis jornadas sin perder, con cinco victorias consecutivas, demostraban el buen nivel de juego que vivía el equipo de Guillem Pérez, que en Igualada no pudo contar con Xús Fernández. Parecía una oportunidad propicia para ampliar esos magníficos registros y consolidar la cuarta posición. Más si tenemos en cuenta que el Moritz recibirá al Barcelona en la próxima jornada.

Le salió mal la experiencia al equipo vendrellense, que pagó muy caro su mal inicio de partido. De hecho, perdía ya en el primer minuto. Marcó Ton Baliu, el capitán y jugador franquicia del Igualada. Éste culminó el segundo un minuto después. Es decir, el Moritz no se había puesto a jugar y ya había recibido dos golpes. La sangría de noticias negativas no se acabó ahí. Vives hizo doblete entre el minuto 11 y el 20 y el Igualada se encontraba con un tesoro de cuarto goles a favor justo antes del descanso. Ese 4-0 tocó el orgullo de El Vendrell, que decidió tomarse en serio el partido de una vez. En un abrir y cerrar de ojos, con el respiro amenazando, Miras y Jordi Ferrer dejaron el 4-2 al descanso. Un resultado esperanzador si tenemos en cuenta cómo se habían sucedido los hechos en esos primeros 20 minutos.

El segundo acto resultó mucho más hermético, más cerrado, con dos equipos, sobre todo el Moritz, que compitieron con más coherencia. Ese parcial respondió a lo que se imaginó en la previa. Eloi Mitjans fue el encargado de situar al Moritz a un gol de la remontada. De la machada en un partido que se le había puesto negro.

Restaban diez minutos cuando Mitjans convirtió el 4-3. Un mundo por delante. Sucedieron cosas y surgieron opciones para la igualada, pero Sergi Pla decidió acabar con la ambición visitante con el 5-3 definitivo. Restaban tres minutos y el golpe ya se hizo definitivo. Consumó la primera derrota del Moritz Vendrell en las últimas siete semanas. La ventaja se reduce.