García Torres, el muro eterno del SPiSP

Julián García Torres vive una eterna juventud en el Interscap Asisa Tarragona SPSP. En tierras cooperativistas ha sacado a relucir su talento para ser uno de los líderes del líder. Hablar solo de un jugador en el equipo rojilla sería injusto porque Vlado Stevovski ha construido una máquina coral en la que cada jugador interpreta su rol con naturalidad y no duda en dar un paso adelante cuando es necesario. No obstante, García se ha ganado acaparar focos porque es referente dentro y fuera de la pista.

A sus 43 años, García Torres se está convirtiendo en un fenómeno imparable en Sant Pere i Sant Pau. No es su primer año en tierras rojillas, ya que el central internacional con España llegó el pasado verano. Fue en una operación inesperada para el Sant Pere i Sant Pau que encontró un tesoro inesperado en el mercado. Una oportunidad laboral condujo a García Torres a Tarragona y cuando el Sant Pere i Sant Pau conoció su aterrizaje no dudó en abrirle las puertas de su proyecto.

Segundo año de rojillo

Su primer año como cooperativista fue bueno, pero el segundo está superando las expectativas. García Torres no ha venido al SPiSP a mantenerse en forma y jugar sin tensión. Todo lo contrario, el internacional se deja la vida en la pista, es un líder dentro y fuera de ella y además se está convirtiendo en un actor relevante.

Su influencia en el equipo es máxima y gracias a su grandes números ha conseguido que el conjunto rojillo ya esté clasificado para la fase final de ascenso a la Superliga 1. El año pasado ya llegaron al último escalón antes del ascenso a la máxima categoría y este año repetirán con el objetivo de cambiar el desenlace final.

En estos momentos, García Torres es el quinto mejor central de la categoría según los números. Ha jugado los 20 partidos de temporada que se llevan y ha aportado 268 puntos a su equipo, pero hay una estadística en la que sus registros están muy por encima de la media.

El central sevillano es el mejor bloqueador de toda la Superliga 2 con diferencia. Suma nada más y nada menos que 231 bloqueos en lo que va de curso. Para que se hagan una idea, el segundo que más acumula en este apartado es Lázaro Amorós con 176. La diferencia es abismal y García Torres se ha convertido en un muro que intimida y frena al rival de manera constante.

A sus 43 años, el sevillano quiere vivir un ascenso a Superliga 1. Regresar a la máxima categoría del voleibol nacional con el equipo que le ha entregado un ecosistema en el que vive una juventud eterna. De momento, el conjunto rojillo ya es campeón del grupo C de la Superliga 2. Ahora toca despedir la fase regular frente al Barça Voleibol este próximo sábado y luego ya tocará preparar en la fase final de ascenso en San Sadurniño del 23 al 25 de abril. Para esa cita todavía falta un mes, pero García será uno de los que acaparen focos. Es el muro infranqueable de la Superliga 2.