Andrei Lupu se ha reencontrado como futbolista en el CD Numancia, equipo en el que jugará cedido hasta el final de temporada. El delantero, propiedad del Gimnàstic de Tarragona, ha demostrado en menos de un mes que puede convertirse en un hombre importante a su regreso, cuando todavía le restarán dos años más de contrato.
El punta, de 24 años recién cumplidos, ha marcado tres goles en tres partidos con los sorianos, unas cifras muy complicadas de mantener, pero que gracias a ellas, se ha consolidado como titular indiscutible y, además, se ha convertido en un ídolo express para la afición soriana. «Estoy muy a gusto en Soria, una ciudad muy acogedora, igual que el equipo i la afición, que me han recibido de forma espectacular», apunta el jugador en declaraciones al Diari.
Su salida en forma de préstamo del club tarraconense podría haberse producido en forma de rescisión, si no hubiese habido acuerdo para la renovación, aunque la prioridad de las dos partes siempre fue firmar una continuidad que ofreciese la seguridad suficiente para poder buscar una aventura de medio año. Como el club grana le dio de baja tras tramitarle la ficha en verano, federativamente era imposible volver a inscribirlo en la 2021-22. Ambas partes acordaron que, dada la proyección del jugador y la confianza ciega que el club tiene en él, prorrogar el contrato era la mejor de las ideas. En Soria, no le han podido ir mejor las cosas.
En el día de su estreno, ya como titular, suyo fue el tanto de la victoria soriana ante el Espanyol B (1-0). Tres puntos que se le pueden achacar a él. Una semana después, en el invencible campo del Cerdanyola, donde nadie había puntuado, los de Manix Mandiola consiguieron un 2-2 sin Lupu como protagonista en el gol, pero sí en una acción que supuso un penalti que acabó anotando Carrillo. El goleador disputó el partido completo. Este pasado fin de semana, doblete de Lupu contra el Terrassa (2-0) para elevar a tres su casillero goleador particular. Solo a un tanto de los cuatro que marcó en la 2019-20 con la zamarra del Alavés B en la categoría de bronce del fútbol español. Sobre la espectacular racha anotadora, el jugador reconoce que «la verdad es que no me lo esperaba», pero avisa que no se pone metas: «Seguiré trabajando, manteniendo el ritmo e intentaré seguir metiendo un gol por partido. Después de tanto tiempo sin poder competir, las ganas que tengo de jugar, demostrar y marcar son enormes».«Mi meta es hacerlo bien aquí, ascender con el Numancia y volver a Tarragona para poder triunfar en el Nàstic», sentencia.