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Luis César: "Estamos abatidos"
El técnico del Nàstic lamenta la eliminación en Zubieta, señala el penalti como una jugada clave, pero reconoce que el verdadero obstáculo fue quedar quintos en la liga regular.

Luis César Sampedro, técnico del Nàstic en Zubieta.
Luis César Sampedro compareció roto tras la eliminación del Nàstic en la final del play-off. Su voz, serena pero cargada de pesar, reflejaba el estado anímico de un vestuario tocado. «Estamos abatidos, derrotados. No hemos podido conseguir lo que queríamos y lo sentimos mucho por todos: por los jugadores, por los aficionados, por todo el mundo», confesó con honestidad.
El penalti y la desgracia de ser quintos
El técnico reconoció que la jugada del penalti en la prórroga condicionó el desenlace. «Dicen que no fue penalti. Es una jugada decisiva», afirmó. Pero, lejos de reducir la derrota al error arbitral, quiso mirar más allá: «No quiero achacarlo todo al penalti. El gran problema fue haber sido quintos. Esa es la raíz de todo. Ser quintos te obliga a un play-off perfecto, con muchas desventajas».
Aun así, reconoció que el equipo cumplió con lo que tenía que hacer: «Llegar a la prórroga ganando de dos era el plan y lo hicimos. Pero luego vino esa jugada que nos liquidó».
«Faltó suerte. Y en el fútbol, la suerte cuenta»
Luis César subrayó que su equipo lo hizo todo bien, salvo tener fortuna: «Para ascender necesitas sufrir, hacerlo bien y tener suerte. Sufrimos, lo hicimos bien… pero no tuvimos suerte. El otro día hubo un penalti mucho más claro en Tarragona que tampoco se pitó. Es así».
El duelo, el dolor… y el respeto al silencio
En un discurso cargado de humanidad, el entrenador grana pidió tiempo. «Ahora toca pasar el duelo y seguir adelante. No hay otra. Esto no para», dijo. Pero tuvo palabras especialmente sentidas para los suyos: «Me duele mucho por los aficionados. El fútbol es suyo. Gastan dinero, sufren, sienten el escudo. Y también me duele por mis jugadores».
Sobre cómo consolar a un vestuario roto, fue claro: «Hoy no es el día para animar a nadie. Ánimo es una palabra vacía en este momento. Hay que dejar que el dolor se asiente, que lo metabolice cada uno. Hoy parece que se nos ha muerto alguien muy querido».
Un cierre doloroso, pero digno
El Nàstic se despidió del ascenso tras una noche cruel. Su técnico no quiso escudarse en la polémica, pero tampoco escondió las evidencias. Ahora, con la temporada cerrada, queda curar las heridas y reconstruir desde la convicción. «Resistir, persistir, sin dejar de avanzar». Ese es el mensaje que deja Luis César. Uno de los pocos que, incluso en la derrota, tiene sentido.