Cuando la Federación Española (RFEF) publicó las designaciones de la jornada 6 de la Primera RFEF a más de uno en Tarragona se le erizó el vello al ver que el colegiado era Sergio Usón Rosel. Un árbitro con el que el Nàstic no conoce aún la victoria. Aún peor, de los cuatro encuentros que le ha dirigido en temporada regular, únicamente ha sumado un punto. 1 de 12 es el balance con el trencilla aragonés.
Sonado fue su arbitraje en La Nucía, en el último partido que jugó el Nàstic antes de la irrupción de la pandemia de Covid-19. Señaló un inexistente penalti en contra de los granas y expulsó a Miranda para facilitar la victoria local (2-0).
El último partido fue la campaña pasada, en Llagostera. El Nàstic solo necesitaba un punto para asegurar su presencia en la Primera RFEF. Pero perdió 1-0. En este caso la actuación arbitral de Uson Rosel no distó mucho de lo que solía ser habitual en el campo municipal gerundense.
El único encuentro liguero en el que el Nàstic sacó algo positivo fue en la 2013-14, un Olímpic-Nàstic con empate a dos goles final. Un choque que también señaló penalti en contra de los tarraconenses. El que supuso el empate por parte local.
Antes de ese partido, en la 2012-13 dirigió un Sant Andreu - Nàstic con derrota grana por la mínima (gol de Edgar Hernández) en el que el equipo tarraconense también acabó con diez jugadores por expulsión de Aleix Coch.
La única nota positiva fue el triunfo por 2-1 ante el Oviedo en la eliminatoria de campeones de la 2014-15, sin trascendencia, tras haber conseguido el ascenso a Segunda ante el Huesca.