Banca
El BBVA reconoce incertidumbre y riesgo en la opa del Sabadell
El banco vasco admite que la operación se ha complicado con la venta del Banc Sabadell de la filial británica TSB

Onur Genç, director general del BBVA.
El BBVA reconoce incertidumbre y riesgo en la operación de opa hostil al Banc Sabadell en la actualización de su folleto universal que publicó en la Comisión Nacional de Mercado de Valores (CNMV) el día después que el Sabadell aprobara la venta de la filial británica TSB. Además, admite que no puede garantizar todos los beneficios esperados de la opa. Incluso, el banco vasco afirma que la operación puede fracasar.
La empresa asegura que está revisando las sinergias de costes operativos y de financiación de la opa. El banco vasco expresa en el documento que "es posible que el grupo no concluya la oferta u otras operaciones en curso o futuras, en el momento oportuno", y reitera que de acuerdo con la ley puede desistir de la opa. No obstante, el BBVA mantiene que integrar el Sabadell "crea valor para los accionistas" a pesar de las condiciones impuestas por el Gobierno." A la vez, podría dificultar también el hecho de poder actualizar los ahorros de costes y otras eficiencias operativas", apunta el BBVA.
Pero incluso si la fusión pudiera salir adelante, el BBVA advierte que la integración operativa, con la migración del sistema informático del Sabadell a la entidad vasca, podría "resultado especialmente difícil y compleja" y "desviar sustancialmente el tiempo, la atención y los recursos de la dirección", suponiendo a la vez "más costes" y recursos "del previsto" inicialmente. En concreto, la entidad vasca habla de dificultades por la "integración del personal, las operaciones y los sistemas" o "la coordinación de los centros corporativos dispersos geográficamente". Así mismo, reconoce una posible "desviación de la atención" del personal y de cambios "en la cultura corporativa", así como dificultades para mantener clientes y relaciones comerciales.
El BBVA también admite una posible pérdida de clientes, así como impactos en el resultado de explotación, o la posibilidad de verse implicado en "litigios relacionados con la oferta y otras desinversiones o adquisiciones o derivados de estas, incluyendo demandas de trabajadores despedidos, clientes o terceros". En concreto, habla de que en casos de desinversión, el BBVA "podría verse obligado a indemnizar el comprador". La entidad argumenta que no ha podido acceder a información no pública sobre la situación del Banc Sabadell y, por lo tanto, su análisis sobre "sinergias, pérdidas y costes estimados puede no ser completo en todos sus aspectos", aumentando así "el riesgo que se generen responsabilidades imprevistas".
Finalmente, la entidad también admite que si la opa no sale adelante, el precio de la acción del BBVA "podría verse afectado o ser objeto de fluctuaciones". El banco también avisa que la imposibilidad de salir adelante "podría afectar de forma negativa la reputación del BBVA y generar reacciones adversas en inversores y clientes, así como afectar la relación del BBVA con sus trabajadores y clientes".