La petroquímica de Tarragona gana una oportunidad de oro con la 'vida extra' a los vehículos de combustión

La industria petroquímica de Tarragona no ocultaba el miércoles su satisfacción ante la confirmación, el pasado martes 16 de diciembre, del giro estratégico emprendido por la Comisión Europea, al anunciar que permitirá la comercialización de los vehículos con motores de combustión más allá de 2035.

Aunque sujetos a importantes requisitos de reducción de emisiones de CO2 -que estarían distribuidas a lo largo de la cadena de valor-, es un cambio estratégico notable que Javier Sancho, presidente de la Associació d’Empreses Químiques de Tarragona (AEQT), celebró ayer como algo «muy positivo».

El giro de la Comisión Europea empezó a ser muy evidente el pasado 20 de octubre, cuando su presidenta, Ursula von der Leyen, anunciaba en una carta a los distintos gobiernos de los Estados miembros de la Unión Europea que avanzaba un año la revisión intermedia de los objetivos fijados para que, en 2035, las emisiones de cualquier turismo o vehículo comercial que se venda nuevo en la UE fuesen cero.

Esos objetivos eran, en la práctica, la muerte del motor de combustión. Una tecnología sobre la que la industria europea de automoción había construido una compleja cadena de valor, con industrias tan estratégicas como la química básica y la fabricación de carburantes.

El 16 de diciembre, la Comisión Europea anunciaba la flexibilización de estos criterios. A falta de que la propuesta sea respaldada por el Parlamento Europeo y los estados miembros de la Unión Europea (donde el Reino de España y la República Francesa están entre los más reacios al cambio), el motor de combustión cuenta ahora con parte de la flexibilidad y capacidad de adaptación que venía reclamando desde hace meses la industria europea.

Destacan asociaciones como la todavía poderosa patronal europea de la automoción ACEA (Asociación de Fabricantes Europeos de Automóviles, por sus siglas en francés), defensora del concepto de ‘neutralidad tecnológica’ que ha hecho suyo ahora la Comisión Europea. De forma reiterada, ACEA había alertado de que «es necesario un enfoque pragmático, flexible y tecnológicamente neutral para acelerar la transformación y salvaguardar las inversiones y el empleo en la Unión Europea».

Plásticos y carburantes

El polo petroquímico de Tarragona, el más importante del sur de Europa, es una pieza destacada en la cadena de valor de esta industria de automoción europea, a la que suministra desde plásticos hasta carburantes de última generación (con la primera gasolina renovable del mundo a escala industrial desarrollada y fabricada en el complejo industrial de Repsol en Tarragona).

El giro estratégico de la Comisión Europea, que ahora habla más Clean (limpio) y menos Green (verde) ha sido acogido con satisfacción por el sector. Así lo valora Javier Sancho, presidente de la AEQT: «Desde la asociación llevamos muchos años defendiendo que, si queremos llegar a ser una sociedad neutra en emisiones en el año 2050, la descarbonización no es algo que podamos alcanzar con una única solución tecnológica, sino con todo un gran abanico».

«Y en Tarragona tuvimos este año un hito muy relevante: ser los primeros que han fabricado la primera gasolina 100% renovable. Esta noticia [con la flexibilización de los criterios para el motor de combustión a partir de 2035] la vemos como algo muy positivo. Está totalmente alineada con el plan de trabajo de la asociación, de fomentar todos estos productos renovables, y dentro de este abanico tienen un peso muy importante y muy específico los combustibles».

«Los combustibles renovables ahora -prosigue Javier Sancho-, y los sintéticos en el futuro, permiten descarbonizar, reducir las emisiones de CO2 entre un 70% y un 90% de forma inmediata, con los vehículos de combustión. Es una noticia muy alineada con nuestra hoja de ruta, con nuestros objetivos. Creo que permitirá acelerar este proceso de descarbonización e incentivar inversiones muy importantes para fomentar la sustitución de combustibles convencionales por combustibles hoy renovables y, en el futuro, combustibles sintéticos, que serán una gran oportunidad para Tarragona».

Captura de CO2

«Si queremos ser un hub descarbonizado -añadió Javier Sancho-s, donde realmente fabriquemos productos renovables, sostenibles y circulares, necesitamos tener una buena infraestructura y un buen abastecimiento de materias primas circulares y productos también renovables y circulares. Y en esta línea estamos trabajando con la administración». Entre estas materias primas se encontrará, en un futuro, el CO2, clave para la nueva generación de combustibles sintéticos.

«Los combustibles sintéticos son aquellos que utilizan como materia prima el CO2. De hecho, una de las apuestas de la AEQT, que trabaja de la mano con las principales entidades investigadoras del territorio, es que el CO2, más pronto que tarde, realmente sea una materia prima. Y trabajamos para incorporar en nuestras instalaciones plantas piloto que aseguren todo este proceso. Este es el futuro que esperamos que sea más inmediato que tarde».

Este cambio permite acelerar la descarbonización e incentivar inversiones muy importantes"

«Mientras tanto -concluye-, lo que defendemos desde la AEQT y desde otros agentes del territorio es que el CO2 puede ser viabilizado con un almacenamiento submarino. Y tenemos la posibilidad del proyecto TarracoCO2, que aceleraría la descarbonización del territorio. Es un proyecto que está reconocido por Europa con un Innovation Fund, que necesita previamente una serie de tramitaciones, unos permisos de investigación. Lo que estamos haciendo es trabajar de manera activa con las autoridades competentes, con los ministerios y con la Generalitat de Catalunya para alcanzar ese permiso de investigación lo antes posible».