El pasado 3 de febrero, la Cambra de Comerç de Tarragona y Grup Salut i Treball organizaron una nueva edición del ciclo de jornadas ‘Bon dia Tarragona’ en formato virtual.
En esta ocasión, se centró la atención en las preguntas más frecuentes sobre la vacunación en el ámbito laboral que han surgido recientemente.
En la sesión participaron Anna Casanovas, responsable del departamento de Vigilància de la Salut en Salut i Treball; Laura Tarrasón, abogada en TJ Abogados y Raquel Jiménez, abogada en TJ Abogados.
La jornada empezó con una introducción a cargo de Anna Casanovas, en la que informó sobre el impacto de la Covid-19 y su vacunación en el contexto actual.
A continuación Laura Tarrasón y Raquel Jiménez respondieron una serie de preguntas:
¿La vacuna es una recomendación o una obligación?
La vacuna es la solución a un problema (la Covid-19) y es por eso que hay que intentar que la población también lo vea así. Para que esto se produzca, las dos ponentes propusieron que se presente la vacunación como una recomendación y no como una obligación.
«Si lo presentamos como una recomendación es más agradable que si la presentamos como una obligación, porque si no, nos podemos encontrar con una reacción de rebeldía y resistencia», apuntaron.
¿La vacuna debe incluirse en el Plan de Prevención como Medida Preventiva?
Según la opinión de las dos abogadas, la vacuna sí debe incluirse porque puede ser considerada como prevención de riesgos laborales al prevenir el contagio de la Covid-19.
No obstante, esto debe ser compatible con el resto de medidas de seguridad que cada empresa tiene en su plan de prevención. Laura Tarrasón también aclaró que hay que diferenciar entre esas empresas en las que hay un riesgo inherente de contagio y las que no. Esto implica que no necesariamente hay que incluir la vacuna en el plan de prevención de todas las empresas.
¿Qué puede suceder si un trabajador no quiere vacunarse?
Tanto Laura Tarrasón como Raquel Jiménez creen que eso depende del sector de la propia empresa y la situación del trabajador. «Hay que analizar el riesgo de contagio y de exposición del trabajador» señaló Jiménez.
Por otra parte se remarcó que se puede llegar a valorar, si el trabajador no quiere vacunarse, ejercer la potestad disciplinaria, aunque ambas ponentes aclararon que antes hay que analizar cada caso en profundidad.
¿Qué incidencia tiene la vacuna en el sector sanitario y sociosanitario? ¿Y en el resto de sectores?
La respuesta a esta pregunta fue que tanto en el sector sanitario como en el sociosanitario cada vez se está reforzando más la entrada de la vacuna como una medida preventiva, aunque en el resto de sectores habrá que analizar cuál es la incidencia que tiene la Covid-19.
También se mencionó que hay que tener en cuenta el Real Decreto 664/1997, de 12 de mayo, porque habla del hecho de que, cuando en las empresas hay riesgo por exposición de agentes biológicos para los que haya vacunas eficaces, estas deberán ponerse a disposición de los trabajadores, informando a los mismos de las ventajas e inconvenientes de la vacunación.
¿Cómo se equilibra el derecho individual del trabajador a no vacunarse?
Es importante que cuando hay una confrontación de derechos se analice cuáles son los intereses que hay que proteger.
En este caso, como apuntó Laura Tarrasón, «podemos modularlo si presentamos la vacunación como una recomendación, para que este derecho individual no se convierta en una negativa».
¿Cómo se gestiona la obligación del empresario de velar por la seguridad y salud de los trabajadores en el ámbito de la vacuna para la Covid-19?
Esta obligación puede chocar con el derecho individual del trabajador de no vacunarse. Por eso es importante, por ejemplo, buscar consenso con la representación legal de los trabajadores y gestionar la vacuna como una medida preventiva y no como una causa de despido. «No hay que utilizar la vacuna como una causa de la extinción de las relaciones laborales» alertó Laura Tarrasón.