Alertan de que el barco encallado en Coma-ruga puede perder combustible

Capitanía rechaza que el propietario intente reflotarlo por sus propios medios y exige un plan diseñado por una empresa especializada

Capitanía Marítima prohíbe al propietario del barco encallado desde hace un mes en Coma-ruga que intente desembarracarlo por sus propios medios. Exige que sea una empresa autorizada y legalizada quien realice las maniobras para reflotarlo.

El propietario del velero contrató hace semanas los servicios de una empresa de reflotación de Girona pero no lograron desembarrancarlo. Según explicó el dueño del velero, se emplearon flotadores demasiado grandes para el poco calado de la zona.

Ante esa situación, el dueño del barco anunció que lo intentaría sacar por sus propios medios y con un grupo de submarinistas. Pero Capitanía no da permiso para esa intervención.

Señala que puede ser un riesgo para la seguridad de las personas, pero también porque pueda fracturarse el depósito de combustible y que afecte a la zona donde además está la reserva marina de Masia Blanca.

Combustible

De hecho, el propietario del barco advierte que ese riesgo de que comience a verterse combustible ya existe por lo escorado que ha quedado el velero y la posibilidad de que el oleaje fracture el casco de cemento.

Para la retirada del barco, que primero debería poder enderezarse tirando con cintas desde el puerto, debería realizarse un dragado que lo liberase del banco de arena en el que está atrapado. El Club Nàutico de Coma-ruga, que tiene la concesión del puerto, ha ofrecido realizar ese dragado.

Pero Capitanía tampoco autoriza el dragado si el intento de desencallamiento lo va a realizar de forma autónoma el propietario. Reitera que esa maniobra sólo puede hacerla una empresa con personal especializado y con seguro.

Peligro para los bañistas

El barco embarrancado es un peligro para la seguridad de los bañistas ya que son muchos los que llegan a él por la poca profundidad y la proximidad de la orilla y acceden al interior. Los socorristas y los cuerpos de seguridad avisan para que los bañistas no se acerquen, pero son muchos los que han convertido el velero en una peligrosa atracción.

En el caso de que no se recurra a una empresa especializada en la reflotación, no es descartable que sea el Ayuntamiento quien encargue los servicios y posteriormente los repercuta al dueño del velero que insiste en pedir que le permitan intentar desembarrancarlo.

Es consciente de que será prácticamente imposible que pueda volver a navegar, por lo que tampoco es descartable un desmantelamiento que en todo caso también debe realizar una empresa especializada.

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