Cambrils y Salou han perdido el 60% de los usuarios del tren

La supresión de las estaciones en el centro ha provocado una caída de la demanda equivalente a la subida experimentada en Vila-seca

Más allá de la transformación urbana ligada a la desaparición del tren por el centro de Cambrils y Salou, una de las consecuencias directas del cierre de la línea de la costa ha sido la pérdida de viajeros. Según los datos facilitados por Renfe, entre ambas ciudades la demanda del tren ha caído un 60%. Además de pasarse al autobús o al vehículo privado, buena parte del trasvase de viajeros ha ido a parar a la estación de Vila-seca.

Con los datos de 2018 en la mano, las estaciones de Cambrils y Salou tenían alrededor de 700 viajeros diarios cada una. Una media que no ha dejado de caer desde que los usuarios tienen que desplazarse a las nuevas estaciones.

La estadística es especialmente sangrante en Salou, donde apenas 172 personas al día usaron la estación de Salou-PortAventura en 2023 –el último año con datos cerrados por Renfe–. Esto supone que 3 de cada 4 personas que cogían el tren en la desaparecida estación Salou, ahora optan por otros medios para desplazarse.

Cabe recordar que, tras el cierre de la estación de la calle Carles Roig, Salou se quedó como única alternativa con el apeadero que daba servicio a PortAventura, a 2 kilómetros y media hora andando de distancia. A finales de 2021, Adif estrenaba una estación provisional, construida con módulos prefabricados, y actualmente se encuentra en la recta final de la construcción de una nueva, con una inversión de 12,4 millones.

En Cambrils, a pesar de estrenar una flamante estación el mismo día en que abría la variante del Corredor, el 13 de enero de 2020, el desplome de demanda supera el 40% desde que cerró la línea de la costa.

Asimismo, la llegada de abonos gratuitos para viajeros recurrentes, desde septiembre del 2022, tampoco ha servido para que Cambrils y Salou-PortAventura dejaran de perder usuarios en 2023.

Por el contrario, la entrada en funcionamiento de la variante del Corredor trajo consigo un nuevo papel de centralidad para la estación de Vila-seca, que multiplicó las frecuencias de trenes y, con ello, el número de usuarios. Entre 2018 y 2023, se disparó un 150%, absorbiendo buena parte de los viajeros que tenían los dos pueblos vecinos.

El ‘boom’ de demanda vivido estos cinco años ha empujado a Adif a proyectar una nueva estación urbana para el municipio con una inversión estimada de 50 millones de euros.