Inversión de 230 millones para que Tarragona tenga la mayor planta de hidrógeno de España

La fábrica se alzará entre Constantí y la Pobla y suministrará energía verde a todo el polígono petroquímico. Estará en funcionamiento en 2025. Su construcción generará 2.000 empleos

Tarragona albergará en 2025 la mayor planta de hidrógeno verde de España, una infraestructura decisiva para todo el complejo petroquímico. Será también la primera iniciativa de gran envergadura en la que se concreta el proyecto de la Vall de l’Hidrogen, presentado hace año y medio.

El equipamiento será un electrolizador que se levantará en terrenos de Constantí y La Pobla de Mafumet, junto a la refinería. Abastecerá de hidrógeno renovable a todo el polo petroquímico.

A partir de ahí, un colector transportará ese gas a la zona sur para ofrecerlos a los distintos clientes a través de una red abierta. La inversión se estima en unos 230 millones de euros solo en esta primera fase. A ellos podrían sumarse 80 más para instalaciones de almacenamiento eléctrico.

Su construcción generará unos 2.000 empleos directos e indirectos y permitirá generar aproximadamente el 50% del hidrógeno que consumen los polígonos tarraconenses. Pero eso será solo en una primera etapa, con ese electrolizador de 150 MW. En una segunda, que comenzaría a partir de 2027, la capacidad de producción de hidrógeno renovable se incrementaría hasta 1 GW. La inversión, según los valores actuales, rondaría los 1.000 millones, pero es previsible que el avance de la tecnología vaya reduciendo costes, incluso hasta en un 50%.

«Momentos convulsos»

Los impulsores han definido este lunes como un «hito tecnológico» este proyecto en su presentación pública, en la Cambra de Comerç de Tarragona. Allí se ha firmado el convenio para continuar con los trabajos, en un consorcio liderado por Repsol y formado por Enagás Renovable, IQOXE y Messer.

Juan Abascal, director de Transformación Industrial y Economía Circular de Repsol, quiso lanzar un mensaje optimista, a pesar de «los momentos convulsos que vivimos, con la seguridad energética en juego» en «unos años complicados de gran incertidumbre».

El contexto de la crisis de la energía por la invasión rusa ha acelerado estos procesos. Se trata de un factor que se ha añadido a la lucha contra el cambio climático. «Estamos ante una oportunidad, porque contamos con el apoyo de Europa en nuestro proyecto de descarbonizar, y con nuestro objetivo de cero emisiones netas en 2050», añadió Abascal.

El electrolizador pretende contar con los fondos Next Generation y está a la espera de las oportunas convocatorias para optar a ellos, empleando como una de sus bazas la potente capacidad inversora de todos los socios. Juan Abascal recalcó que el proyecto posibilitará reducir las emisiones en 155.000 toneladas al año de dióxido de carbono. Subrayó su importancia para «contribuir a la seguridad del suministro».

La presidenta de la Cambra de Comerç de Tarragona, Laura Roigé, en la presentación, habló de una «inversión estratégica» que marcará «un antes y un después en la industria». Actualmente el proyecto ha superado la etapa de ingeniería conceptual y va a iniciar la fase de diseño de detalle.

En lugar de gas natural

La planta precisará de una gran cantidad de energía renovable, preferentemente de proximidad, y tendrá la última tecnología para minimizar el consumo de agua, necesario para este proceso de electrólisis que culminará con la producción de hidrógeno y oxígenos verdes. Este hidrógeno limpio tendrá varios usos. Será una materia prima para fábricas locales como combustible industrial. A su vez, se podrá emplear para movilidad y también se inyectará en la red de transporte de gas natural.

Uno de los desafíos más complejos será el suministro de renovables, como explica Tomás Malango, director de hidrógeno de Repsol: «Hace falta bastante energía renovable para poner en marcha el hidrógeno. Dos o tres veces el consumo del electrolizador debe ser instalado en generación renovable, y creemos que el ámbito del Corredor del Ebro, que reúne Navarra, Aragón, País Vasco y Catalunya permite crear un espacio de consumo de hidrógeno y generación de renovables y poder acoplar las fortalezas».

«Es muy difícil que un mismo territorio pueda tener el consumo de hidrógeno, es decir, desarrollo industrial y capacidad de generación renovable. Por lo tanto, la colaboración interterritorial va a ser importante», agrega Malango.

El oxígeno renovable también tendrá aplicaciones directas en la industria circundante y se distribuirá gracias al gasoducto que ya existe en el polígono petroquímico, propiedad de Messer, otra de las grandes industrias involucradas. Por su parte, Antón Martínez, consejero delegado de Enagás Renovable, mostró el «compromiso con la región para emprender la descarbonización», en «este proyecto concreto, que sirve para pasar de la idea de la Vall de l’Hidrogen a lo real».

Miguel Ángel Leal, director general de CL Grupo Industrial, el conglomerado en el que se integra IQOXE, definió esta apuesta como «una alianza de las energías renovables ligada al sector industrial, de la que estamos muy orgullosos», en la medida en que «esto servirá también para mejorar nuestro proceso productivo».

Para IQOXE, supondrá lograr su objetivo de reducir sus emisiones de CO2 y aprovechar el oxígeno verde para producir su óxido de etileno, componente clave en el entramado químico del territorio.

Rubén Folgado, director general de Messer, reivindicó el ‘know-how’ de la compañía «y la experiencia en la fabricación de hidrógeno», en este proceso que «convierte a esta tecnología nueva en la más segura, la más eficiente y la de menor impacto ambiental».

Este electrolizador a gran escala debe conseguir, gracias a su tamaño, disminuir los costes asociados a la producción de hidrógeno renovable.

El plan, llamado Tarragona Hydrogen Network (T-HYNET), está englobado en el consorcio Shyne y supone un impulso a la creación de clústeres en torno al hidrógeno. «El objetivo es acoplar la capacidad de producción a las necesidades de la industria adyacente y de nueva creación, además de diversificar los usos del hidrógeno renovable, de manera que el ecosistema sea lo más eficiente posible, tanto en costes de producción como de transformación y logísticos», explican desde Repsol.

Laura Roigé, presidenta de la Cambra de Comerç de Tarragona, en el anuncio del proyecto, este lunes por la mañana. Foto: Àngel Ullate

El proyecto está alineado con los objetivos marcados por la UE y por el Gobierno de España. El ejecutivo se ha fijado como desafío instalar 4 GW para la generación de hidrógeno renovable en 2030. Una cuarta parte de esa aspiración sería aportada desde Tarragona.

El conseller d’Empresa i Treball, Roger Torrent, concluyó el acto, al que asistieron numerosas autoridades del territorio, desde el rector de la URV, Josep Pallarès, al presidente de la AEQT, Ignasi Cañagueral, pasando por diferentes alcaldes. Torrent reivindicó como «un paso adelante» este proyecto, «en medio de la generación de un nuevo paradigma», que pasa por la colaboración público-privada.

Estrategia para una crisis

«Este Govern quiere emprender y también ser aliado del sector privado», apuntó Torrent, y subrayó el hidrógeno como una de las claves del futuro. También, en parte, es una solución «a la crisis que hemos vivido en los últimos años, con la disrupción de la Covid y la guerra, lo que hace más necesario avanzar en algo estratégico como es este vector energético», dijo en referencia al hidrógeno.

La instalación será también un polo de generación de empleo e inversión, como reconoce Tomás Malango, desde Repsol: «En la zona norte del polígono estamos trabajando en buscar renovables de proximidad, las que podamos conseguir; y las que no, porque el uso del suelo en Catalunya es muy apreciado, las conseguiremos a través de contratos de suministros con regiones vecinas que estén lo más cerca posible. Para las empresas también es un aliciente, estamos abiertos a cualquier propuesta».

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