´Infierno azul´... ella no fue la primera

El barcelonés Jaume Collet-Serra rinde tributo 41 años después a un clásico del terror como es ´Tiburón´

19 mayo 2017 18:43 | Actualizado a 21 mayo 2017 17:04
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Llega el verano y es época de ponerse en remojo. Nada como un buen chapuzón para refrescarse. Un bañito en la orilla que nos haga olvidar los calores estivales. O, quizás, será un baño inolvidable.

Recuerdo que en diciembre de 1975 se estrenó en España Tiburón, la obra maestra de Steven Spielberg que generó unas secuelas bastante penosas (quizás sólo se salva la segunda parte). Meses más tarde, exactamente medio año después, muchos eran los que se metían en nuestras y otras playas con el agua hasta las rodillas. Y no es broma. El ‘efecto Tiburón’ causó estragos en costas y playas de todo el mundo. Ese es uno de los grandes méritos del filme: causar pavor de algo desconocido ante un hecho habitual, como es darse un baño en la playa.

¿Recuerdan es eslogan de Tiburón? ‘Ella fue la primera’. Y es que el primer ataque del gran tiburón blanco de la película de Spielberg en Amity Island fue sobre Chrissie, una chica que abandona junto a otro joven una fiesta nocturna para darse un baño de madrugada en la playa. Evidentemente, ella fue la primera... pero no la última. Chrissie se acercaba nadando hasta una boya (de ahí que la boya de Infierno azul sea un claro y palmario homenaje a la película de Spielberg) para ser atacada después por una fuerza que no se ve, arrastrándola al fondo entre gritos. Y, mientras, su colega ebrio en la arena de la playa no se entera de la tragedia que acaba de suceder.

Puestos estos antecedentes como premisa, Infierno azul rinde pleitesía y admiración a Tiburón. Y lo hace 41 años después de que Jaws (título original en inglés de la peli de Spielberg) se estrenara en Estados Unidos.

Evidentemente, ni el barcelonés Jaume Collet-Serra es Spielberg ni Infierno azul pretende alcanzar el éxito de Tiburón. Pero el cineasta catalán ha logrado abrirse una puerta en Hollywood que le ha permitido hacer un filme de estas características. El próximo año veremos The Conmuter, su nuevo filme, que ha rodado con su ‘actor fetiche’, Liam Neeson. Con el intérprete irlandés ya logró el éxito con los thrillers Sin identidad (2011), Non-Stop (Sin escalas) (2014) y Una noche para sobrevivir (2015).

Previamente, Collet-Serra había cosechado otros éxitos de taquilla gracias a los filmes de terror La huérfana (2009) y La casa de cera (2005).

Atmósfera angustiosa

Sin embargo, Infierno azul es más una serie B que una superproducción. Eso sí, serie B con unas dosis de emoción que harán que el espectador se agarre a la butaca en cada ataque del escualo. Entre sus cualidades está que sabe sacarle provecho a una fotografía excelente y a un ‘crescendo’ en su atmósfera angustiosa. Y eso que la historia es simple y el reparto escaso (es básicamente un mano a mano entre la heroína y el tiburón), pero Collet-Serra consigue que la hora y media de película se ¿disfrute? y no quede muy aguada.

Nancy (Blake Lively) es una joven que trata de superar la pérdida de su madre. Un día está haciendo surf en una playa recóndita y solitaria cuando se queda atrapada en un islote a apenas unos metros de la costa y, aunque está a solo 200 metros de la salvación, para alcanzarla tendrá que tirar de todos sus recursos y su voluntad, pues un enorme tiburón blanco se interpone entre ella y la costa. El gigantesco escualo no ceja en la vigilancia de su presa. Por eso, si quiere intentar salir de allí, Nancy tendrá que armarse de valor y usar todos sus recursos.

Lo dicho: Infierno azul no es Tiburón pero supera de lejos las secuelas de la película de Spielberg. Lo dicho: ¿un bañito?

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