Investigan un chat de escolares con imágenes sexuales de extrema violencia en Cantabria

La Guardia Civil sigue el rastro de vídeos y fotos «brutales» de pornografía infantil que habrían recibido una veintena de adolescentes en una escuela de Astillero

24 septiembre 2023 20:08 | Actualizado a 24 septiembre 2023 20:14
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Una denuncia ante la Guardia Civil ha encendido todas las alarmas en un colegio de la localidad cántabra de El Astillero, a 10 kilómetros de Santander, en la que hay por medio chats entre escolares con imágenes «absolutamente brutales» de vídeos y fotos de pedofilia y zoofilia «en su peor versión», lo que ha desatado una enorme preocupación entre los padres y madres de los alumnos.

Las imágenes no habrían sido grabadas por los chavales sino tomadas directamente de internet, lo que vuelve a poner el foco en la facilidad con que los menores pueden acceder, no solo ya a páginas de alto contenido pornográfico, sino también a la pornografía infantil que circula por el submundo de la’ deep’ web, la llamada internet profunda.

La denuncia se produjo después de que una madre descubriera al revisar el móvil de su hijo de 14 años que en varios grupos de Whatsapp se habían difundido fotos y vídeos de pornografía infantil y violencia extrema, y ambos contenidos mezclados.

También se enteró de que el adolescente estaba siendo acosado por compañeros de clase con insultos de índole sexual y con alusiones para menoscabar su autoestima. Y, para remate, que supuestamente los mismos acosadores y distribuidores de las imágenes pornográficas habían incluido a esta víctima en otro chat -sin el consentimiento del chico- en el que había adultos sin identificar que le habrían hecho insinuaciones de connotación sexual.

Además, se ha cursado una segunda denuncia. En esta se acusa a un escolar de haber amenazado a una compañera de clase por haber expresado su rechazo a estos vídeos dentro del chat colectivo.

Este chat se había creado, en teoría, para intercambiar informaciones sobre cuestiones prácticas del curso entre los alumnos de una clase de 4º de la ESO del colegio San José de El Astillero. Ambas denuncias, presentadas en el cuartel de la Guardia Civil de esta localidad, están siendo investigadas por especialistas en delitos telemáticos, así como por la propia dirección del centro, que este viernes pasado solo tenía conocimiento de uno de los dos escritos. El San José abrirá hoy lunes un procedimiento interno para aclarar lo ocurrido con asesoramiento de la Inspección de Educación.

Según ha sabido este periódico, existe una «inquietud inmensa» entre los padres y madres que están al tanto del asunto y que han visto los vídeos, las fotos y los ‘stickers’ en los móviles de sus hijos y cuyo contenido han calificado de «absolutamente brutal». «Estamos hablando de pedofilia en su peor versión» y de que las piezas habrían llegado a los 24 integrantes de todo un aula donde las edades están entre los 14 y 15 años. «Pornografía infantil, zoofilia y violencia extrema», se dice en la declaración realizada en el cuartel de la Guardia Civil el pasado 7 de septiembre, justo un día antes del comienzo del nuevo ciclo lectivo.

La fecha no es baladí. Según las fuentes, el que estos hechos se pusieran en conocimiento de la Guardia Civil antes de que arrancara el curso, habría servido al director del colegio, Miguel Ángel Lavín, para responder al principio que no se podían tomar medidas contra quienes han difundido las imágenes en un chat «de clase» por haberlo hecho fuera del ‘tempus’ académico.

Quejas de madres y padres No lo ven así en el AMPA, desde donde se ha enviado una carta a la dirección del colegio para pedir que se avise a todas las familias de lo que ha pasado, para quejarse de que no se ha constituido el Grupo de Convivencia (en el que teóricamente se tratarían estos temas) y de que no se está aplicando el reglamento interno. La falta de acción «deja desprotegidos a los menores, incluido al alumno o alumnos que han estado distribuyendo esos contenidos», lamentaba la Asociación de Madres y Padres en su misiva. Por eso ha pedido que se actúe «con contundencia» y con rapidez.

El director del colegio San José ha reconocido que en el centro -perteneciente a las Hijas de la Caridad- están «muy preocupados» y que se han puesto manos a la obra. Lavín es consciente de la alarma entre las familias, pero defiende los pasos dados hasta ahora: ya se ha designado un instructor (un profesor del colegio) para tramitar el asunto. Y también asegura que la Inspección no le instó a alertar a todas las familias de 4º de la ESO. «Esto es tan sensible, tan peliagudo y serio que no tomaremos ninguna decisión sin el respaldo de Educación».

La Consejería de Educación confirmó que está informada de lo ocurrido y que supervisará que el colegio lleva a cabo la investigación. «También se han tomado medidas para que los profesores estén pendientes», dijo un portavoz. Precisamente, en una comparecencia parlamentaria el pasado jueves -unos días antes de que saltara la noticia-, la fiscal superior de Cantabria, Pilar Jiménez, hizo un llamamiento a las familias a que denuncien este tipo de casos «porque es la única forma de abrir un procedimiento».

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