750 personas de 180 equipos se lo pasan en grande en la Vila-seca Family Race

La mañana ha sido muy calurosa pero eso no ha impedido que pequeños y mayores disfrutaran de la decena de pruebas a superar en el Casc Antic. El espectáculo lo pusieron las familias, desde la salida de la prueba hasta la llegada al Castell

29 julio 2023 18:22 | Actualizado a 29 julio 2023 18:22
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Ha sido una de esas jornadas en que la familia se lo pasa realmente bien. Una gincana de pruebas ha esperado esta mañana, hasta pasado el mediodía, a los 180 equipos y un total de 750 personas dispuestas a saltar y trepar hinchables, hacer puntería, avanzar arrastras entre balas de paja, hacer diana con las pistolas de plástico o montar un auténtico show en forma de coreografía -algunas verdaderamente muy curradas- en la presentación de cada equipo. Porque de lo que se trataba era de pasárselo bien. Y ahí los papás y las mamás, tíos y tías demostraron que son capaces de tirar del carro, aunque no lo parezca.

A las 10 en punto arrancó la nueva edición de la Vila-seca Family Race y que se prolongó hasta las 2 de la tarde. Había que ir a comer y, aunque los actos de la fiesta mayor prosiguen a lo largo del fin de semana, tomarse un descanso tras la media hora que tenía de duración el recorrido. Con salida y llegada al Castell de Vila-seca, las familias fueron originales en todo, hasta en sus atuendos. Porque, además, había un premio especial para el mejor disfraz. Y había que esmerarse ya de salida.

Ya en el photo-call a punto de iniciar la gincana, un auténtico recital de originalidad en la presentación de cada uno de los equipos, que contaron con una media de 4 participantes, aunque los hubo mas abundantes y otros menos, pero lo importante fue la sensación de que estaban disfrutando todos ‘como niños’. En esa presentación, ayudados por un entusiasta speaker, cada familia bailaba, contaba, se animaba o gritaba bajo algún lema, canción o motivo familiar. Ahí se vio, por ejemplo, a los numerosos PUC haciendo El baile del gorila de María Isabel. Casi auténticos profesionales. Y, como recordaba Lourdes, una de sus componentes, «se trata de pasárnoslo bien. Aunque desconocemos qué pruebas exactamente tendremos que superar». Fueron alrededor de una decena, aunque este año faltó una muy esperada y que hubiera aliviado mucho la tórrida matinal: la del tobogán con agua. Como explicó Joan Carbonell, director de la carrera, «la actual situación de sequía nos ha complicado incluir una prueba de este tipo, que siempre ha sido muy agradecida por los participantes. Nos hubiera gustado poderla hacer, pero...». Él, junto con una perfecta organización de su equipo, Protecció Civil, Policia Local y servicios de emergencia le dieron al evento la seguridad necesaria para que todo saliera bien.

Mientras, un sinfín de equipos y disfraces corrían por las calles del Casc Antic de Vila-seca tratando de lograr un buen cronómetro pero -sobre todo- buscando conseguir esa unión entre padres e hijos que a veces parece más olvidada, el de la diversión. Equipos con nombres extraños como Palilus, Equipo S, Los Ingaruchaos, los Number One u otros más reconocibles ataviados como piratas, momias, plantas, pitufos, Patrulla Canina, Star Wars, Super 3, Barbie, rockeros... y un larguísimos etcétera.

Fue una entretenida y alocada carrera en la que los niños estaban tan emocionados que hasta no se daban cuenta de que sus padres estaban como ellos: «¡venga, va, ánimo!», gritaban algunos progenitores a los pequeños, mientras tiraban de ellos tratando de insuflarles energía por la ‘dificultad’ de algunas pruebas. «¡Prueba superada, chicos!», animaba Javier a todos los suyos tras atravesar la prueba de la telaraña que estaba junto al Ayuntamiento. Fue una mañana intensa y divertida en la que el protagonismo real no fue el de las pruebas, sino el del espíritu familiar.

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