El 'secreto' punto de escucha durante la Guerra Civil olvidado en Calafell

Con apariencia de almacén, allí los soldados republicanos intentaban captar las comunicaciones de los franquistas

07 abril 2019 15:30 | Actualizado a 07 abril 2019 16:10
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«Paquita, cuando yo me vaya, en 48 horas tendréis a los moros aquí. Escóndete bien para que no te encuentren porque son muy bestias. A mí no me verás más porque nosotros somos los últimos que nos vamos». Así fue. Aquel soldado fue de los últimos en abandonar Calafell por el avance de las tropas franquistas.

Recuerda el pasaje el catedrático de Historia de la Universitat de Barcelona (UB), Joan Santacana.  «Me la explicó mi tía Paquita», señala Santacana. Paquita lo recordaba mirando un viejo caserón que aun se conserva en Calafell a pie de la carretera llega de El Vendrell con Calafell. Cerca del paseo de la Unió.

Sin ventanas
Esa construcción tiene aspecto de almacén agrícola. Pero sin ventanas. Sólo con una puerta. ¿Para el carro? Quizá no. Santacana recuerda que siendo un niño en aquella construcción había pitadas unas letras negras. «Una más antigua decía Maura Sí». Otra rezaba Catalans. Voteu Sí.

La tía Paquita explicó a Santacana que aquella especie de casa, durante la Guerra Civil era «un lugar secreto». Que la mayoría de los vecinos desconocían lo que se hacía dentro. Pero que los soldados, sin tener nada de visibilidad, sabían todo lo que pasaba en los frentes de batalla. 

Grafitis
En Calafell se conserva esa construcción, hoy cubierta de grafitis y del anuncio de una feria de descuentos de ropa. Pero que en su momento tuvo un papel esencial durante la Guerra.

Paquita reveló a Joan Santacana que era un punto de escucha. Los soldados republicanos rastreaban con sus emisoras las comunicaciones de las tropas franquistas. En Calafell, como en toda la costa había un batallón encargado de las defensas de la costa ante el temor de un ataque por mar del ejército de Franco.

«Quienes estaban en aquella especie de almacén no vigilaban en la playa. Sólo estaban pendientes de la radio». Para intentar ubicar los despliegues del enemigo que se acercaba. 

Hasta que al llegar a las puertas de Calafell, el punto de escucha quedó desmantelado. Los soldados de ese control fueron los últimos en irse. El aparente almacén quedó cerrado. Hasta hoy en el que su historia ha quedado bajo pintadas.

A proteger
Historiadores señalan que sería un elemento a proteger y a poner en valor, explicando el papel que tuvo y relacionándolo con las defensas de costa y construcciones de la Guerra Civil que todavía se conservan en la comarca.

El alcalde de Calafell, Ramon Ferré, explica que la construcción está protegida en el catálogo de elementos a preservar. Donde está ese almacén está previsto el paso de una rambla que aprovecharía el paso de la carretera y el almacén estaba afectado en ese proyecto.

Sin embargo Ferré señala que en 2008 la construcción quedó incorporada al catálogo. "Por dentro es precioso. Había unas grandes botas y decidimos que tenía que conservarse para en su día darle un uso". 

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