Imagínense que pudieran levantar, por encima de sus cabezas, más de 50 kilos, y repetir esto un mínimo de 10 veces. Y que después, fueran capaces de colgarse de una barra y balancearse de tal modo que sus pies tocaran a esa barra, digamos... 20 veces, para luego agarrar una cuerda y subir hasta arriba otras 10, bajar y... Bueno, así podría estar un buen rato. En las líneas de arriba les he descrito, de forma ‘mundana’ y para que se puedan hacer una pequeña idea de lo que son, algunos de los movimientos básicos de Crossfit. En argot crossfitero el primero sería un Snatch o un Clean & Jerk –depende–, el segundo, toes to bar, y el tercero, rope climb.
Pero hay muchos movimientos más, muchísimos, y casi todos los pusieron en práctica este fin de semana los más de 1.200 atletas que participaron en el Daurada Games, la segunda edición de esta competición de Crossfit que se celebró en el campo de fútbol de la Riera de l’Aforja de Cambrils. Al inicio de este artículo les he pedido que se imaginen haciendo todo esto. Porque, ¡imaginación al poder! Esto no cuesta demasiado. Ahora bien, pónganse a ello y luego hablen con una sonrisa en la boca, como si aquí no hubiera pasado nada. Se lo digo porque yo lo hago. Quiero decir, hago Toes to bar, Snatch, rope climbs y demás. Sin competir. Y sin sonrisas en los labios justo cuando he terminado. Luego reconozco que sí, que la adrenalina es tal que nadie te quita ese ‘subidón’. Pero para eso tiene que pasar un buen rato.
En cambio ayer, en Cambrils, los participantes en el Daurada Games sonreían nada más terminar los wods –o dicho mundanamente, los bloques de ejercicios de ‘turno’–. Quizá el saber que todo el dinero que se recaudaba en la competición se destinaría a la investigación contra el cáncer infantil del Hospital Sant Joan de Déu, ayudaba muchísimo a no borrar ese dibujo del rostro. Los atletas lo tenían clarísimo. Eduard quedó segundo en individual, pero para él esto era casi lo de menos: «Si estamos aquí es para ayudar y para pasarlo bien», decía. La iniciativa también la celebraba Marcel, otro de los atletas participantes y uno de los propietarios de Project Raidho Crossfit: «La comunidad crossfit es amistad, es pasarlo bien y, si además se puede ayudar a luchar contra el cáncer infantil, esto es algo que Crossfit en sí podría instaurar en todas las competiciones».
Sufrir para divertirse
Para lo que a muchos –yo, la primera–, lo de este fin de semana habría sido un auténtico sufrimiento, para gran parte de los atletas era pasarlo bien. Eduard reconocía que «hace mucho tiempo que practico crossfit y al final ya compito por diversión», y el socio de Marcel en Project Raidho Crossfit, Fer–compitió con su pareja y quedaron terceros–, fue incluso más allá: «Nos hemos encontrado con wods muy divertidos y dinámicos, con ejercicios muy agradecidos de hacer».
Yo les confieso que de wods divertidos, he hecho, dinámicos, muchísimos. Ahora... ¿Agradecidos? Esto ya es tener nivel. Los crossfiteros aficionados que estén a mi altura, me entenderán, ¿verdad? Porque, ¿a quién le encanta hacer, así, sin más, yo qué sé... 50 burpees? Pero... Cierto es que si es para ayudar a erradicar el cáncer inantil, ¡todos haríamos sin parar!
