«Nos echan del camping y¿dónde vamos? No podemos pagar un alquiler»

El Camping La Unión de Salou cierra tras 35 años en activo. Más de veinte familias que residen allí durante todo el año se verán obligadas a irse. Los gerentes se comprometen a asumir los costes del traslado de caravanas y bungalows

12 febrero 2019 09:58 | Actualizado a 13 febrero 2019 18:27
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Después de 35 años el Camping La Unión de Salou cierra sus puertas y más de veinte familias que viven allí durante todo el año se verán obligadas a irse. La mayoría residen ahí por necesidad ya que no pueden pagar el alquiler de un piso. Hay familias con niños, gente mayor e incluso enferma. 

Según el gerente y copropietario del camping, Francisco González, cierran las instalaciones «por la morosidad de los campistas fijos y la imposibilidad de realizar inversiones que no podríamos asumir». El negocio ya no les resulta rentable económicamente. 

La Unión cuenta con 71 campistas fijos que se verán afectados por el cierre. Se trata de aquellos usuarios que pagan por tener sus caravanas durante largas temporadas en el camping o incluso los que cuentan con mobile homes o bungalows propios. «Hay 26 de los campistas fijos que no pagan desde hace mínimo dos años. He interpuesto 14 demandas en el juzgado», explica el gerente de las instalaciones. 

Aunque no sea legal vivir durante todo el año en este tipo de establecimiento hay más de 20 familias que residen ahí desde hace años. Ahora se verán obligadas a abandonar su hogar antes del 28 de febrero, el día en que La Unión tiene previsto cerrar definitivamente. 

Reubicar a los afectados

Este pasado domingo por la mañana el gerente del camping convocó a los campistas para explicarles la situación. «A todos les hemos dado soluciones», afirma González. Los responsables aseguran que asumirán el coste del traslado de las mobile homes a otros campings. El Camping La Unión ha llegado a un acuerdo con el Camping Playa y Fiesta de Miami que se ha comprometido a acoger tan solo a aquellos que tengan caravana.

También han llegado a un acuerdo con la empresa Cuni para pactar un precio de compra a aquellos usuarios que quieran vender su caravana o su bungalow. Y también les ofrecen cambiar su mobile home por una caravana. Finalmente, han contactado con una inmobiliaria de Salou para los que quieran encontrar un piso. «Les pagaremos la mudanza, la fianza y el primer mes de alquiler», explica González.

Por otra parte, los responsables del camping se comprometen a devolver el dinero de la temporada 2019 a los 14 campistas fijos que habían pagado por anticipado. 

El contrato de arrendamiento que los gerentes de La Unión tenían firmado con los propietarios de los terrenos se acababa dentro de dos años pero han decidido poner fin a la actividad. 

Parte de los campistas afectados están dispuestos a luchar para quedarse 

Francisco Marino compró una mobile home hace nueve años. Le costó 13.500 euros y desde entonces vive en el camping junto a su mujer. Cada mes paga unos 300 euros por la parcela y en invierno también debe asumir los gastos de luz. Está empadronado en Salou con la dirección de su bungalow. «Ahora lo perdemos todo y ¿dónde vamos?», se pregunta. Sus ingresos son muy limitados, está jubilado y su mujer tan solo trabaja cuatro horas al día. «No podemos pagar los alquileres que se piden por un piso aquí en Salou. Pisos de 400 euros no hay», explica Marino. 

Todos los que tienen una mobile home se encuentran con que ningún camping de la zona les acepta. «Tan solo quieren caravanas», apunta Marino. Consideran que cambiar su bungalow por una caravana no les sale a cuenta, así como tampoco venderlo: «Nos ofrecen 500 euros», lamenta. 

Maria Assumpció Colom es de Sabadell y viene casi cada fin de semana. Tiene una caravana y una pequeña caseta con la cocina y otra con el lavabo. «Solo nos han dado 30 días para marcharnos», lamenta. 

Susana es de Londres pero lleva 27 años viviendo en el Camping La Unión. Tiene su vida montada en Salou y no está dispuesta a irse. En su caso ha optado por trasladarse a un piso que tiene previsto costear con ayudas sociales. 

Parte de estas familias que viven en el camping se están poniendo en contacto con abogados para denunciar la situación. Están dispuestos a luchar para quedarse. 

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