¿Qué significa para ti ser niño? El álbum ilustrado Bim Bam Bum, merecedor del XVII Premio Internacional Compostela para álbumes ilustrados de 2024, lo resume a la perfección: jugar y ser feliz. Sus personajes se ven superfelices mientras se preparan para un día de playa, pero también después, en el mar, en la arena, durante la merienda, y creando poemas con sus propios nombres, todos los amigos juntos, al atardecer.
La autora e ilustradora Maria Girón crea esta sencilla y divertida aventura en la que Bim, Bam y Bum van en busca de Cata, Plas, Chim y Pon para preguntarles si quieren acompañarles a la playa. Narrativamente, está planteado para una lectura oral, pues se juega con la reiteración, incluyendo siempre alguna variación. Así, «se pararon un momento, llamaron a una puerta (...) y gritaron» se repite cada vez que Bim Bam y Bum acuden a la casa de un nuevo amigo. Una vez llaman a la puerta haciendo «¡Toc, toc!», otra vez llaman al timbre que hace «¡Ding, dong!». En una ocasión la puerta está abierta, en otra cerrada y un nuevo personaje les dan un susto... Gracias a estas estructuras repetitivas, el relato se hace rítmico, y da mucho juego al padre o a la madre que se lo lee a su peque de 2, 3 o 4 añitos. Así, lo que podría resultar tedioso (pasar a buscar a un amigo, luego a otro, luego a otro...) se convierte en recreación, en esparcimiento.
Lo mismo sucede con el nombre de los personajes, que se van añadiendo en mayúscula, debajo de cada uno de ellos, y separado de la narración, a medida que crece el grupo, como si fuera parte de un juego en el que tienes que ir enumerándolos a todos, empezando por el primero que apareció. Todo ello, sin obviar la fonética, claro, que es en sí misma la unión de varias onomatopeyas infantiles: Bim-Bam-Bum, Cata-Plas, Chim-Pon, y que dotan al cuento de una musicalidad de lo más festiva.

Título: Bim Bam Bum
Autora: Maria Girón
Editorial: Kalandraka
Precio: 17 €
El movimiento, el juego, la libertad, la diversión y el humor del texto, se expanden también a la ilustración, sin contornos que la limiten, y llena de color y de detalles en los que entretenerse. En cada doble página, una está reservada al texto, breve, y la otra a la ilustración, que lo representa visualmente, expansiva. Solo hay una doble página completa sin texto y está reservada a la animación que supone para los personajes llegar por fin a la playa, después de toooodas las paradas que han tenido que hacer previamente. En esas páginas, divididos entre el azul fresquísimo del mar y el dorado de la arena cálida y limpia, todos se divierten a su manera. Cada amigo es de una especie, de un color, y por eso uno se ha llevado a la playa un flotador, otro una tabla de surf, otro unas gafas de bucear, otro una colchoneta... Nadie se queda parado, todos se están moviendo y gozando de ese momento tan jovial. Luego, ya sí, viene la calma cuando se sientan a merendar. Aunque físicamente ya no hay movimiento, sí lo hay verbalmente, pues se ponen a jugar con las palabras, con sus propios nombres, ¡porque son geniales! Y así hasta que el sol se envuelve en naranjas y empieza a esconderse al final de ese mar sereno, ya más oscuro. Para acabar, un nuevo juego: CHIM PON, se despiden, a su manera, después de anunciar el fin de su relato.
Ana Punset es escritora.