El pasado 2023 McEnroe cumplía 20 años. El tenista, no; la banda de Guetxo que con su pop-rock tranquilo, letras cautivadoras y tono melancólico, lleva siendo la banda sonora de muchas personas en este país. Liderado por Ricardo Lezón, quien es el vocalista y también fue bajo en los inicios del grupo, actualmente Gonzalo Eizaga y Jaime Guzmán son los guitarristas, Eduardo Guzmán el batería y Pablo Isusi el pianista.
McEnroe empieza a sonar el año 2002, con un nombre que surge casi por casualidad a la luz de la infancia de Ricardo Lezón, quien practicaba el tenis con su hermano por la pasión que sentía su padre por ese deporte. Los primeros acordes de la banda quedaron plasmados en su primera maqueta, Apaga el día y me quedo y tras varios discos autoeditados, llegó Mundo Marino en 2008 bajo el sello Subterfuge, momento en el que el grupo empieza a despegar sobre los escenarios. Para celebrar sus dos décadas, en 2022 publicaron Veinte, un sorprendente disco recopilatorio en el que también participa Jimena Lezón, la hija de Ricardo.
A finales del año pasado, Ricardo Lezón también publicó su primer libro, Lento y salvaje: una inesperada autobiografía en la que, de forma muy generosa, el músico vasco se abre en canal tanto personal como profesionalmente.
«La música siempre nos ha ayudado a vivir, pero nunca hemos vivido de ella. (...)
Siempre he sentido pavor a tener que depender de algo que me hace tan feliz para poder comer»
Una piensa que la autobiografía del cantautor de una reconocida y aplaudida banda de música indie nacional será el desmadre de alguien inalcanzable, un sinfín de fiestas, sexo, drogas y... rock’n’roll. No la de un hombre ‘normal’ con sus inquietudes, miedos, dudas, dificultades para llegar a final de mes, sufrimientos por el amor fiel a una mujer, momentos de parque con sus hijos... Justo ese es el traje de Ricardo Lezón, líder de la banda McEnroe. Un tipo que, perfectamente, podría ser el amigo de cualquiera que lea el libro.
De naturaleza bohemia y poco disciplinada, la separación de sus padres marcó su infancia y por ende, su vida. Con una personalidad fiel y honesta, Lezón tuvo una Luz que alumbró su juventud y su madurez, quien también ayudó a dibujar algunos de los mejores discos de la banda. Sus vivencias y recuerdos, narrados de forma desordenada en el tiempo, nos regalan al Lezón más profundo y cómo surgieron algunas de las canciones más míticas de McEnroe. A su carácter siempre le acompañó la ansiedad, un demonio que a veces le sirvió como inspiración con la libertad que la música nunca ha sido para él su principal sustento económico.
Hace apenas unas semanas, en una de las presentaciones de Lento y salvaje, Lezón escribía: «durante todos estos años, he escrito cientos de canciones, miles de poemas, algunos relatos, incluso una obra de teatro que terminó en un contenedor. Durante todos estos años, he encontrado en la escritura un sentido indudable y una paz definitiva, la única manera que he encontrado de comunicarme con la vida, el lugar en el que sólo soy uno». El papel en blanco, ese espacio donde finalmente Ricardo Lezón encontraba el bálsamo a su ansiedad, sus miedos, el desamor y la angustia.
Título: Lento y salvaje
Autor: Ricardo Lezón
Editorial: Plaza &Janés
Páginas: 248
