Hace nueve años Ocho apellidos vascos supuso, pese a sus rasgos convencionales y hasta tópicos, que la comedia española ofreciera un sentido del humor autocrítico, al que le seguiría un año después Ocho apellidos catalanes, que yo no fue para tanto pero que escondía cierta reprobación a algunos de los tics en los que solemos caer.
Emilio Martínez Lázaro, que ahora ha sido sustituido en la dirección por Álvaro Fernández Armero, logró unos resultados extraordinarios en la taquilla: Ocho apellidos vascos es la película española más taquillera de la historia (9,5 millones de espectadores y 56 millones de euros recaudados) y su secuela catalana ocupa el tercer puesto de esa clasificación, con más de 5,1 millones de espectadores y 31 millones de euros. Ahora, y pese al relevo, las expectativas en torno al filme son altas. Llega además a la cartelera a falta de un mes para cerrar 2023, con la recaudación del cine español muy por debajo de la del pasado año; a fecha de 19 de noviembre se contabilizaban 65,7 millones de euros y 10,76 millones de espectadores, frente a los 82,7 millones de euros y 13,8 millones de espectadores con que cerró el 2022, según datos del ICAA, el Instituto de Cinematografía.
Tras radiografiar a vascos y catalanes, la saga más taquillera del cine español propone una tercera entrega pero cambiando de continente y de equipo artístico, con Julián López y Michelle Jenner al frente del reparto, pero manteniendo la propuesta de superar los prejuicios a través del humor.
La trama se basa en los tres ingredientes de sus dos predecesoras: humor a partir de los estereotipos culturales, comedia romántica y cierta dimensión política, ya que se abordan, desde un humor que pretende ser ‘blanco’, cuestiones como la inmigración o el nacionalismo más exacerbado, encarnado en unos personajes cántabros pero que podrían ser de cualquier otro lugar de España.
Fernández Armero vuelve a la comedia en la que triunfó en sus inicios con Todo es mentira (1994), Brujas (1996), Nada en la nevera (1998) y que ya conoce bien el mundo de Ocho apellidos. Tanto es así que triunfó en series como Allí abajo (2015) y luego con Vergüenza (2017) y Sentimos las molestias (2022).
Esta historia arranca cuando Carmen (Elena Irureta) quiere cumplir la última voluntad de José María, su marido y patriarca de la familia: recuperar el ‘Sardinete’, el primer pesquero de su flota, que se encuentra anclado en un puerto marroquí. En su viaje de Cantabria a Marruecos, la acompañarán su hija Begoña (Michelle Jenner) y el ex de esta, Guillermo (Julián López), desesperado por recuperar su amor. Entre choques culturales descubrirán además el gran secreto de José María: Hamida (María Ramos), su otra hija.
No iba a ser ‘Ocho apellidos’
Las comparaciones con las dos primeras entregas van a ser inevitables. Especialmente más teniendo en cuenta las vueltas que dio el proyecto, que durante el rodaje se promocionó con un título distinto, Casi familia y que dos de los tres guionistas iniciales se apearon del mismo.
Según Fernández Armero, desde un inicio la idea era hacer una tercera entrega de la saga, pero el elenco original no quiso participar y los productores, Telecinco Cinema, decidieron cambiar el título. Finalmente, satisfechos con el resultado, consideraron que cumplía con los requisitos para formar parte del universo de Ocho apellidos.
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