La Guàrdia Urbana de Reus, a petición de los servicios técnicos del Ayuntamiento, han balizado un tramo de acera de la calle Pi i Maragall con el fin de evitar que el estado de degradación de un balcón termine cayendo encima del piso de debajo y por efecto acordeón pueda herir a algun viandante. El balcón en cuestión es de la tercera planta. Y todos están fijados con barras metálicas a la espera de una rehabilitación integral de la fachada.
El aviso del estado vulnerable del balcón lo dio un operario municipal poco después de la una de la tarde al pasar por esa zona. El Ayuntamiento alertó a Bombers y a la Guàrdia Urbana. Los primeros vieron que el peligro de desprendimiento estaba, pero que no requería saneamiento y dejaron en manos del arquitecto municipal la gestión del balcón. La Guàrdia Urbana acordonó un perímetro de seguridad.
La medida preventiva fue la colocación de media docena de vallas de seguridad para prohibir el paso a las personas. Seguidamente, a la hora de comer, uno de los arquitectos del consistorio se personó en la calle y comprobó la seguridad del balcón. Según su diagnóstico, el peligro de caída no sería inminente pero sí es necesario poner fin a la situación de riesgo.
La idea es que el balcón se rehabilite lo antes posible y se disipe la situación de peligro.