Ante el riesgo de fuertes lluvias, Protecció Civil ha activado el plan Inuncat, con un dispositivo de vigilancia de la zona litoral y las áreas con mayor riesgo de inundación.
Con esta premisas, el servicio público también indica algunos consejos de autoprotección ante una evento meteorológico de lluvia adversa:
En la ciudad
Si está en un lugar urbanizado, hay que intentar buscar refugio dentro de un edificio seguro, cerrando bien las puertas y las ventanas. Es necesario mantenerse alejados de las rieras, de los torrentes y de las zonas que se pueden inundar.
Andando por la calle, deberíamos vigilar los movimientos de tierra, agujeros, cables de conducción eléctrica flujos, y en general, todos los objetos caídos, como ramas de árboles.
Ante una inundación, en casa, no deberíamos bajar a los sótanos ni quedarnos en zonas bajas. Hay que utilizar las escaleras y olvidarse del ascensor. Tampoco se debe dejar nada en el exterior: hay que entrar los muebles y objetos que pueda arrastrar el agua. Los documentos importantes, objetos valiosos, alimentos, el agua potable y, sobre todo, los productos peligrosos, hay que ubicarlos en lugares altos y protegidos.
En casos más extremos, es preferible desconectar el interruptor general de la electricidad y cerrar las conexiones de agua y gas.
Resulta interesante mantenerse alerta de las informaciones en prensa, prestando mucha atención a las predicciones meteorológicas y el estado de las carreteras. A no ser que haya una emergencia, debemos intentar dejar las líneas telefónicas libres para los equipos de socorro. Y, en cualquier caso, hay que seguir las indicaciones de las autoridades.
En el coche
Si la lluvia nos coge circulando en coche, es primordial que si nos encontramos con problemas de visibilidad, hay que parar el vehículo y señalizar la posición, además de mirar de circular preferentemente por las rutas principales y las autopistas, moderando la velocidad y manteniendo las distancias de seguridad.
No se debe estacionar el vehículo cerca de zonas indudables ni quedarse encima o cerca de un puente, porque pueden ceder.
Si no queda más remedio que cruzar un charco grande de agua, se debe circular avanzando muy despacio con una velocidad corta para evitar que el agua salpique el motor y se pare. Después de haber pasado, es interesante comprobar varias veces que los frenos del vehículo funcionan bien.
Si el coche empezase a flotar y a ser arrastrado, hay que salir inmediatamente. Desde Protecció Civil avisan: «los ocupantes que se quedan adentro, a menudo no sobreviven». Resta decir que también debemos abandonar el coche si el vehículo queda inmovilizado por el agua, si el nivel del agua sube demasiado en la calzada o si vemos que el agua llega al eje del vehículo. Y si tenemos dificultades para abrir la puerta, debemos salir por las ventanas rápidamente.
Jamás se debe atravesar ningún río, ni riera ni zona inundada: aunque no lo parezca, los coches pueden flotar con poca altura de agua y ser arrastrados con facilidad.
Al aire libre
Si estamos en la montaña, hay que dirigirse a puntos elevados que estén lejos de los márgenes de ríos y de los cauces de barrancos, ramblas o torrentes.
Debemos alejarnos de la base de los cerros, ya que «se podría quedar atrapado por el agua que cae por las vertientes, que a menudo arrastra barro y restos de árboles y piedras».
