El Juzgado de lo Social de Reus está «sobresaturado», reza la recién publicada memoria de la Audiencia Provincial de Tarragona, que refleja las cifras de la actividad judicial del año pasado.
El adjetivo se basa en que dicho juzgado ha superado en un 92% la carga de trabajo prevista, situada ésta en los 800 asuntos por año incluyendo ejecutorias. El Juzgado de lo Social cerró 2023, de hecho, con 1.540 asuntos ingresados, lo que supone un 15% más respecto a 2022, que cerró con 1.400.
En el documento, se destaca, además, un «empeoramiento» en el tiempo de respuesta, de 17,5 meses. Y es que se venía de 2022 con 16,5; y de 2021, con 13. Sobre lo expuesto, el decano del Il·lustre Col·legi de l’Advocacia de Reus (ICAReus en adelante), Sergi Guillén, explica que «la memoria se basa en unos parámetros, y si se pasa del número de asuntos de ese módulo de ingreso legalmente previsto, ya se hace un cálculo y unas conclusiones, pero llevando estas cifras al día a día de los juzgados –donde hay un juez o jueza y una persona letrada de la administración de justicia, entre otras muchas personas– el asunto cambia». A pesar de estar «sobresaturado, que lo está, funciona», afirma.
La solución, más personal
Aquí, el quid de la cuestión está, principalmente, en «la volatilidad, o la también llamada movilidad, judicial que hemos denunciado a menudo. La solución se basa en el personal. En este sentido, creemos importantísima la figura de juezas y jueces sustitutos».
Más allá de los cálculos, «lógicamente, como toda estructura, siempre hay margen de error, y el de lo Social no es el único juzgado que acumula juicios pendientes de resolución o demora en su ritmo, esto «es extensible a otros de los órganos judiciales» de la ciudad.
De hecho, el de Instancia número 1 «precisa de nuevo de refuerzo» y también «hay lentitud en el registro civil, que depende de Instancia número 4». El decano recuerda, volviendo al Juzgado de lo Social, que falta otro de este tipo, el segundo, pero «también habría necesidad en otros juzgados, como, por ejemplo, en Penal».
En general, el ritmo de los Juzgados de Reus, con 16 órganos judiciales, «se mantiene como siempre, con gran volumen de trabajo, pero funciona. Algunos más ágiles que otros. El edificio de los Juzgados es un gran engranaje de diferentes administraciones, y lo que lo hace funcionar son las personas que quieren sacar el trabajo adelante».
La centralización de juzgados
En otro orden de cosas, Guillén también opina sobre la noticia relativa al estudio, por parte del Govern, de centralizar los juzgados de violencia machista, algo que afectaría a los de Sant Boi, Cornellà, el Prat, Mollet, Cerdanyola, Martorell, Esplugues, Rubí y, en la demarcación de Tarragona, a Valls y El Vendrell.
«A Reus, de momento, no le afecta, pero en caso de que lo hiciera, sería la central de Falset, puesto que están en el mismo partido judicial, con lo que todo lo que pasara allí, iría a parar a Reus. Dicho esto, si tú centralizas y no pones más recursos, con un juzgado de violencia más, el sistema colapsará», distingue.
Una de las problemáticas que acarrearía la centralización, recalca el decano, es el tema de la movilidad. «El territorio no está bien conectado, y eso es algo importante a tener en cuenta.
Porque las personas que quieran acudir una denuncia o asistir a un juicio tendrán que desplazarse. ¿Cómo vas a hacer que una persona sin coche, por ejemplo, te venga en autobús de según qué municipios?», expone el decano del ente colegial reusense.
Visibilizar la abogacía que ejerce en el turno de oficio
Una de las luchas de la abogacía en general es luchar por dignificar el trabajo de la abogacía en el turno de oficio. A nivel local, el decano del ICAReus, Sergi Guillén, reivindica que «los abogados y abogadas del turno de oficio consiguen absoluciones, reducciones de condena y buenos acuerdos matrimoniales, y creemos que la ciudadanía debería conocer la labor que desempeñan».
En este sentido, recuerda las reivindicaciones que han secundado como ente colegial para dignificar el sector. «Hay relaciones abogado-cliente complejas, pero nuestra tarea es transmitir que la abogacía del turno de oficio realiza un trabajo efectivo e imprescindible, y que lo afronta con todos los sentidos puestos en este», concluye Guillén.
