«Hay que parar los trabajos del parking de La Hispania», advierte Mònica Pàmies. La concejala de la CUP denuncia que el proyecto urbanístico municipal en esta zona «contiene un alto riesgo para la salud del vecindario». «Hay informes medioambientales desfavorables a la ejecución del proyecto», sostiene.
La cupaire critica que el Ayuntamiento «no haga nada ante unos informes que, pese a no ser vinculantes, sino consultivos, son bastante graves como para actuar». «Incluso Transports Metropolitans de Tarragona ha emitido un informe negativo», añade el también concejal de la CUP Edgar Fernández.
«Si el gobierno no actúa, nosotros sí lo denunciaremos a la Generalitat», añade Pàmies. La concejala defiende el posicionamiento «poniendo en el centro la salud del vecindario del entorno de La Hispània». «No tienen en cuenta los informes de las mismas empresas contratadas», critica Pàmies, que afirma que «el Ayuntamiento esconde los datos de contaminación de la zona». «Las indicaciones de fuentes expertas confirman que hay que parar la obra y activar un protocolo», según la CUP.
Restos de baterías de automóviles y plomo
Pàmies señala que los resultados de esta zona «vinculan directamente la contaminación con restos de baterías de automóviles, objeto de trabajo de la empresa que había anteriormente». «Hay datos de la presencia de plomo que pasan de valores de 20 a superiores a 800; la gente con quien trabajamos son expertos y empresas subcontratadas», destaca la concejala. Y subraya que la normativa dicta que si un sobrecoste supera el 50% el presupuesto, se descarta hacer el proyecto.
«La responsabilidad es de la antigua Hispània; si el Ayuntamiento lo sabe, lo tiene que poner en conocimiento de la Generalitat y, si conviene, denunciar», mantiene Pàmies.
Por su parte, fuentes municipales defienden que «el Ayuntamiento sigue escrupulosamente los pasos normativos para la futura gestión de residuos vinculados al parking de La Hispània». Admiten que estudios «han identificado materiales contaminantes en una área muy localizada» y que «antes de la obra, habrá que hacer un análisis cuantitativo del riesgo».
Las mismas fuentes afirman que «el proyecto contiene una memoria de gestión de residuos que dice que el poseedor de estos será la adjudicataria de las obras cuando estén contratadas». Recuerdan que «el proyecto superó la fase de exposición pública sin alegaciones» y afirman que «la gestión de residuos está prevista en el presupuesto y el proyecto, que sigue adelante como estaba previsto».
