El Ayuntamiento de Tarragona ha anunciado que ha dado marcha atrás con la campaña ‘Bons estiu’ que se puso en marcha en durante los dos últimos años. El sistema, que diseñó el gobierno anterior, consistía en una convocatoria abierta para acceder a bonos de descuento que las familias podían utilizar en función de su preferencia en alguna de las entidades de la ciudad asociadas. Entre estas entidades estaban el Patronat Municipal d’Esports, escuelas públicas y clubes deportivos, entre otros.
Este año no obstante, el Institut Municipal de Serveis Socials ha decidido entregar «ayudas de urgencia social individuales destinadas exclusivamente a las familias más vulnerables». Es decir, para obtener una ayuda es necesario ir a pedirla a Serveis Socials. El presupuesto, igual que el año pasado, será de 250.000€.
Para esta decisión el ayuntamiento apunta que durante el 2023 disfrutaron de un bono 404 niños y adolescentes (había habido 606 solicitudes). Entre ellos el 85% eran usuarios de Serveis Socials y el 15% no.
El Ayuntamiento alega en un comunicado que la competencia de los Servicios Sociales es, por ley, «garantizar que aquellas familias que se encuentran en situación de exclusión social puedan disfrutar de actividades educativas y de ocio. No entra entre sus competencias fomentar el ocio de toda la población».
Valga recordar, no obstante, que aunque la convocatoria de los ‘Bons estiu’ era abierta a la ciudadanía, para acceder a los bonos los dos últimos años había un sistema de puntos en el que lo que más contabaeran la situación económica de la familia y la valoración de servicios sociales. Los otros aspectos que sumaban puntos eran el hecho de ser familias numerosas, monoparentales, de acogida o tener situaciones de violencia de género o de discapacidad.
El Ayuntamiento alega que Serveis Socials solo puede ayudar por ley a las familias en exclusión
Una vez acabada la campaña el año pasado se realizó una encuesta entre las familias participantes que puntuaron con un 7,2 (sobre 10) el trámite que tenían que hacer obtener los bonos y con un 8,6 la campaña en general.
ERC y Comuns, en contra
El anuncio del cambio del sistema ha generado malestar manifiesto entre los representantes de ERC y En Comú Podem en el ayuntamiento.
Por parte de ERC la concejala Gemma Fusté destacaba que «estamos convencidos de que hay un elevado porcentaje de familias que no figura en ninguna lista de servicios sociales y eso quiere decir que no se podrán beneficiar de estas ayudas».
Apuntaba, además que «es una decisión totalmente incomprensible porque Seveis Socials ha tenido un superávit de 800.000€,.
En la misma línea opina el representante de En Comú Podem, Jordi Collado, quien asegura que de esta manera de quedarán muchas familias por el camino. Apunta, además, que para acceder a Serveis Socials hay un tiempo de espera en torno a los tres meses, con lo que muchas familias ya no llegarán a tiempo a las inscripciones.
Apunta, además, que también se verán afectadas entidades como las AFAs de las escuelas que, además, ayudaban a las familias a solicitar los bonos.
La concejala de Serveis Socials, Cecilia Mangini, se comprometía, no obstante a que el gobierno «trabajará para incluir en el presupuesto del año que viene una apuesta global, fuera de los Servicios Sociales, que incluya a todos los niños de la ciudad».
