Manuel Vázquez: «El objetivo es que la Guàrdia Urbana de Tarragona sea más transparente y cercana al ciudadano»

El cuerpo afronta una nueva etapa con el relevo en la jefatura. El reto de ser más próximos al ciudadano, con más patrullas a pie, que podrán recoger quejas de los vecinos

31 marzo 2024 19:29 | Actualizado a 01 abril 2024 20:00
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Se conoce la Guàrdia Urbana de Tarragona porque ha crecido con ella. Manuel Vázquez (Tarragona, 1970) se incorporó al cuerpo como agente en octubre de 1992, procedente de la Policía Local de Altafulla, donde era interino desde abril del mismo año. En 1998 ascendió a cabo y en 2006 a sargento, hasta que 24 de marzo del año pasado acabó el curso de intendente del Institut de Seguretat Pública de Catalunya.

Durante su etapa en el cuerpo policial ha estado desde la Unitat de Trànsit hasta el equipo de barrio de la Part Alta, pasando por jefe de turno –y responsable de la zona de Ponent- y jefe de la Divisió de Seguretat Ciutadana. Reconoce que ser jefe de la Guàrdia Urbana es un objetivo que se planteó desde bien pequeño, y que cuando estudió Psicología lo hizo para tener todos los requisitos necesarios para poderse presentar a la escala superior.

Guardias urbanos patrullando a pie por la ciudad. ¿Esta es la gran apuesta para esta nueva etapa del cuerpo?

La gran apuesta es cubrir las expectativas de la ciudadanía. Que durante este tiempo lo que he percibido de los vecinos es que quieren ver a la policía en las calles, patrullando a pie. También que hay zonas donde decían que nunca nos veían. Ahora habrá un equilibro en el reparto de efectivos por todo el territorio.

Es cierto que uno de los cambios más significativos es crear una división territorial con más efectivos, que harán de policías de proximidad. No es que aumentemos la plantilla de proximidad sino que hacemos una reestructuación de funciones. Antes estaban trabajando 20 personas y ahora trabajarán 60 personas.

¿Qué le decían los vecinos y las asociaciones, que solo veían patrullas pasando de largo, como en Bienvenido Mister Marshall?

Mi experiencia de las reuniones es que quieren ver a la policía a pie. No solo el cambio es de más personas, también como vamos a funcionar a nivel interno.

¿La Guàrdia Urbana estaba alejada de la realidad de los ciudadanos de Tarragona?

No, no lo ha estado nunca. El objetivo es ser más transparente y más cercanos, ganarle terreno al tejido social. Somos los que estamos más cercanos a la realidad del municipio.

Hace unos días estuve en París. Me percaté de tres policías patrullando a pie y uno de ellos, en la parte trasera del chaleco, ponía “police contacte”. ¿Es lo que se pretende en Tarragona, que los tarraconenses se sientan cercanos a su policía?

No lo diría de esta forma, pero sí cada ciudadano tendría que saber que tendrá un policía como referente donde vive. Nosotros vamos a decirle ‘un referente de barrio”

Usted ha diseñado un cambio en la estructura del cuerpo. ¿También habrá un cambio de mentalidad de los agentes?

Sí. Estamos construyendo una nueva forma de trabajar. Con la implementación de la nueva tecnología sí o sí tendremos que cambiar todos. Más que cambio de mentalidad, tendremos que formar mucho más a los policías para que este proyecto siga adelante.

¿Será más fácil poder presentar una queja ciudadana?

Hasta ahora, un ciudadano tenía varias vías de acceso a la Guàrdia Urbana: por teléfono, una instancia genérica a través de la web del Ayuntamiento, un correo genérico a atención a la ciudadanía de Guàrdia Urbana o a un policía de calle. A partir de la puesta en marcha de este proyecto, estamos trabajando en la adquisición de un programa para que las patrullas sean autónomas en el territorio. Podrán coger una queja al ciudadano, a los comerciantes o a una asociación, y anotarlo en un módulo de incidencias que, de forma automática, dará el primer repor al demandante, al que se le comunicará el número de incidencia.

Va a permitir en tiempo real que todas las patrullas vean esta incidencia. Ganaremos en trazabilidad de las incidencias y habrá un retorno de la resolución, del trabajo que se está realizando. Cuando el tema esté finalizado, le enviaremos un informe. Esto es novedoso, no lo hace ninguna Policía. Informaremos también del inicio de la incidencia a la asociación de vecinos y a la Conselleria de Barri. Nos permitirá afrontar las reuniones con las asociaciones de una forma más real.

Otra idea de este aplicativo es descongestionar la Sala, que es otra de las quejas del tejido social. La Sala introduce en el sistema sobre 76.000 llamadas al año. Ahora habrá muchas que no pasarán por la sala, que estará más pendiente de las emergencias reales.

¿Qué les ha dicho a los agentes para afrontar esta etapa con nueva mentalidad?

Hemos tenido reuniones desde el primer momento. En los turnos, en las unidades, con los mandos. Se les ha dicho que una de las cosas que tenemos que hacer es ganar en proximidad y ser más eficientes en nuestro trabajo. Y cubrir las expectativas de la ciudadanía. Adaptarnos a la realidad actual. Porque la vieja estructura nació en el 2009. Hay otras demandas, otras realidades. Y se les ha dicho que es necesario adaptarnos a lo que la sociedad nos pide actualmente.

¿Cuándo los ciudadanos podrán notar este cambio?

A partir del crimen de la Rambla de Ponent se dieron las instrucciones para que hagamos más patrullaje a pie de calle. A finales de mayo ya tendré la estructura suficiente para poderlo incrementar, cuando lleguen los cabos del Institut de Seguretat Pública de Catalunya.

El tener un contacto estrecho con la ciudadanía, ¿permitirá también obtener información para luchar contra la inseguridad y la delincuencia?

Con toda seguridad. Un componente muy potente de la seguridad ciudadana es la vertiendo subjetiva de la seguridad. Solamente con la cuestión de vernos, se sienten más seguros. También está la parte preventiva. Habrá un resultado en materia en la percepción de seguridad.

Poner más agentes en la calle significa sacarlos de otros sitios. ¿De dónde?

Mi estructura no habla de seguridad ciudadana, aunque la vamos a seguir haciendo. No hay tantos coches patrullas circulando por el territorio haciendo ‘seguridad ciudadana’. Estos efectivos de patrullaje preventivo pasarán a realizar tareas de proximidad.

Tengo más mandos. Y esto nos va a permitir más relación con la comunidad. Solo había un cabo para relación con la comunidad y ahora habrá ocho, más un sargento coordinador.

$!Vázquez, en la sala de control de la Urbana. Foto: Àngel Ullate

Los sindicatos aseguran que ya no se priorizará tanto la seguridad ciudadana, una competencia que comparten con los Mossos...

Es dedicar más personas a lo que es propio de la Policía Local. No puedo tener la mitad de efectivos dedicados a la seguridad ciudadana. Seguirá habiendo vehículos de reacción, seguiremos colaborando con los Mossos. Pero la mayor parte de mis efectivos tienen que estar para hacer cumplir las ordenanzas municipales.

Vayamos a temas de tráfico. ¿En las calles de Tarragona se corre demasiado?

Hemos visto una disminución de la velocidad en nuestros controles. Hemos hecho muchos más en general. En los primeros nueve meses del año hubo un descenso del 20% en los atropellos y un 4% en accidentes. También hemos realizado un 40% más de pruebas de alcoholemia.

¿Han detectado las vías donde se cometen más exceso de velocidad?

Las vías de siempre. En el centro se respeta el límite de 30. En cambio, en los polígonos –Francolí, Riuclar y Les Gavarres– se corre más.

¿Se potenciarán los controles de velocidad?

Seguiremos al mismo nivel. Pero se potenciarán otros tipos de controles.

Cómo..

De mercancías, de transporte de personas, campañas de VTC. La idea es continuar participando en las campañas del Servei Català de Trànsit sumando otros propios. Y seguir con un aumento de controles de alcoholemia y de sustancias estupefacientes.

¿Se seguirá con tolerancia cero a los que aparquen en pasos de peatones y encima de la acera?

Sí. Y a todo aquello que afecta a la seguridad del tráfico.

¿Habrá mano dura contra los botellones y la música alta que tantas molestias causan a los vecinos, principalmente en verano?

En Tarragona no tenemos botellones, solo cuando hay fiesta mayor. Tenemos algún punto de concentración de vehículos, que los tenemos controlados. De ruido sí, en zonas de ocio nocturno. Y seguiremos trabajando en ello.

Muchos vecinos también se quejan de las terrazas y los horarios...

Está supercontrolado con la futura unidad de Inspecció Administrativa. Es una de nuestras prioridades. El velar por el cumplimiento de todo el ordenamiento jurídico municipal, y este especialmente: aforos, horario de apertura y cierre de establecimientos, etc.

En etapas anteriores se había anunciado más persecución de las personas que dejan los excrementos de los perros. Pero las heces siguen estando presentes en las aceras. ¿Se perseguirá más esta infracción?

No vamos a debilitar el esfuerzo para la detección de este problema, como los vertidos ilegales y las andróminas en los contenedores, que supone un coste importante a la ciudad. La Unitat de Medi Ambient seguirá trabajando y miraremos que reforzar su tecnología, con el refuerzo de la unidad de drones.

Estamos en Semana Santa y prácticamente dentro de dos meses comienza la temporada de verano. En años anteriores se mermó el número de efectivos en las playas. ¿Cómo será este año el despliegue de verano?

El despliegue será igual que el 2023, porque nos dio muy buenos resultados. Serán ocho personas destinadas, que tratarán todas las problemáticas que genera el verano. Además, se contará con las unidades territoriales que estarán en las urbanizaciones de Llevant.

¿Está prevista la compra de cámaras unipersonales?

Está previsto al igual que tasers. También la adquisición de otro dron, que será el tercero.

¿Los robos siguen aumentando en la ciudad?

No, porque no es la realidad. Lo que sí que vemos es de cuando en cuando el robo de cable. Sí que hemos tenido desde el otoño en la zona de Llevant pero desde hace tres meses no ha habido ninguno. Vamos trabajando aquellos incidentes puntuales.

¿Cada vez se detectan más armas blancas en las calles?

Me preocupa la presencia de armas en las calles, especialmente las blancas. Aparecen en cualquier pelea y reyerta. Intervenimos más armas en los registros. El año pasado se tramitaron 230 denuncias por este concepto, frente a las 179 de 2022, lo que supone un aumento del 28,5%.

Esta nueva ruta de la Guàrdia Urbana de estar más cerca de los ciudadanos, ¿también de las personas más desprotegidas?

Seguiremos trabajando y especializándonos para la atención y protección de las personas en general, pero especialmente de las más vulnerables: personas con problemas de salud mental, gente mayor, menores, extuteladas, sin techo, La idea es ganar en competencias en este ámbito. A veces tenemos que ir a levantar a una persona mayor que se ha caído en su casa.

¿Faltan mujeres en el cuerpo?

Queremos despertar vocaciones en las mujeres, queremos que vean que tienen un lugar en la Guàrdia Urbana.

¿Seguirán investigando determinadas conductas delictivas?

El Àrea d’Investigació Bàsica se encargará de delitos que se cometen en la vía pública, como el tráfico de drogas, los hurtos, los delitos contra el patrimonio, especialmente el municipal, y todo aquello que nos pida Mossos y Judicatura.

¿A qué se dedicará esta nueva unidad de Gestió de Seguretat Ciutadana?

Por primera vez tenemos a una persona administrativa que gestionará todas las sanciones que no hace BASE, como la venta de alcohol a menores de edad o su venta a partir de las 22 horas. En una semana ha gestionado 10 expedientes. Un establecimiento ha hecho una reincidencia y le ha supuesto 8.000 euros –el mínimo son 3.000-. La idea es crear una unidad de sanciones potente que no gestione BASE.

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