La Tarraco Arena recuperará este año la actividad que tenía antes de la pandemia del coronavirus. Tras un 2020 prácticamente a cero por la explosión de la Covid y un 2021 marcado por la reapertura con restricciones del mes de julio, la gestora del equipamiento –la Agència de Publicitat Internacional Catalana (APICMedia)– prevé que este 2022 sea el año «de la vuelta a la normalidad», según indica al Diari el director de producción y comunicación de la firma que, desde 2013, se ocupa del día a día de la instalación: Tonet Sànchez. «Las sensaciones son muy buenas, nos hemos consolidado como la referencia del sur de Catalunya. Este año esperamos llegar a los 150.000 espectadores», indica el alto cargo de APIC. De hecho, para este 2022, si todo sigue como se espera, ya hay 24 eventos confirmados, 14 de los cuales serán conciertos. Entre los que ya se han anunciado públicamente, destacan Serrat, Estopa, Malú, Bad Gyal, Il Divo y Antonio Orozco. También hay confirmadas exposiciones y espectáculos, como el One Man Show de Carlos Latre y la Feria del Coleccionismo de Playmobil.
A niveles de 2017
La previsión que maneja en estos momentos la empresa situaría los números al nivel de 2017, cuando la Tarraco Arena ya había dado el primer gran salto tras el pistoletazo de salida de la colaboración público-privada de 2013. Desde entonces, ha sido más de un millón el número de espectadores que ha pasado por el recinto, generando un impacto económico de unos cinco millones de euros anuales.
Así, tras los tres primeros años de arranque (con 80.000, 100.000 y 110.000 espectadores entre 2013 y 2015) fue en 2016 cuando se produjo el gran punto de inflexión, llegando hasta las 180.000 personas. En 2017, sin Concurs de Castells, la cifra bajó a 150.000, dando otro salto en 2018, con 200.000 espectadores y el evento casteller. En 2019 se mantuvo un buen nivel (180.000 visitas), mientras que para 2020 la esperanza era la de tocar techo, con 220.000 espectadores. Sin embargo, la aparición de la pandemia del coronavirus en marzo de ese año trastocó todos los planes, obligando a cesar toda actividad en la instalación.
El recinto multiusos reabrió sus puertas en julio de 2021, con restricciones, recopilando unos 45.000 espectadores en los 21 eventos que organizó ese año. «Estas cifras representan el gran éxito de los eventos culturales tras un año y medio de parón a causa de la pandemia. Se celebraron eventos de distintos tipos: conciertos, espectáculos, teatro y exposiciones», afirma Tonet Sànchez. El recinto acogió las giras de grandes artistas a nivel internacional como Camilo y Nathy Peluso, y también a nivel nacional, como Pablo López y Vanesa Martín, entre otros. Durante estos dos ejercicios, la prioridad ha sido la puesta en marcha de una APPque ya cuenta con 5.000 socios registrados, mientras que próximamente se pondrá en liza una nueva wifi que permitirá dar servicio al aforo de 10.800 personas que tiene la instalación.
Unanimidad política
La Diputació, propietaria del inmueble, valora de forma positiva el impacto que tiene el recinto. «Es un equipamiento cultural excepcional que tenemos en el sur de Catalunya, que nos permite disfrutar de espectáculos de calidad sin salir de la demarcación y que actúa como foco irradiador para todo el Camp de Tarragona, Ebre y Penedès», afirma la presidenta del ente provincial, Noemí Llauradó (ERC), quien añade: «como equipamiento propio de la industria cultural de nuestra casa, tiene un efecto multiplicador, también desde la vertiente económica, tanto entre los profesionales del sector como de otros sectores como la restauración o la logística. Estamos satisfechos del papel y del impacto que tiene».
Desde el PSC, Josep Fèlix Ballesteros destaca que el recinto es un «motor económico» y un «trampolín de proyección para la ciudad», cuya fórmula de gestión «debería ser un espejo para poder desbloquear la situación en la que se encuentran la Tabacalera y la Savinosa». Por su parte, Pere Lluís Huguet (Ciutadans) recalca que «todo lo que sea colaboración público-privada es un modelo de éxito», a la vez que destaca «la unanimidad política de la Diputació» para superar «unos años que han sido muy duros para el sector cultural y turístico».
