Tarragona está de aniversario. Y es que la conmemoración de los 200 años de los Gegants Vells abre un periodo de celebraciones que va más allá de la propia entidad, de forma que toda la ciudad podrá participar de esta efeméride que quiere reivindicar el papel de estas dos figuras, que son las más antiguas en activo.
«Me tocó hacer de presidente coincidiendo con el 175 aniversario y ahora de nuevo. Es bueno que los hijos sigan llevando los gegants y que cada vez sea más destacable la presencia de mujeres», ponía en valor el presidente de la entidad, Jordi Marquès.
Los actos conmemorativos arrancaron oficialmente este sábado, con la presentación del programa en la Casa de la Festa. A partir de ahí, el calendario incluirá citas como la exposición Gegants despullats (del 28 de junio al 13 de julio en la Casa de la Festa), una muestra fotográfica y documental (del 22 de agosto al 5 de septiembre), el gran pasacalles del 9 de agosto, la Mostra de Folklore Viu (el 13 de septiembre) y un vermut rumbero especial 200 (el 20 de septiembre).
Creados en el año 1825 por Antoni Verdaguer, los Gegants Vells han sobrevivido a guerras, dictaduras y todo tipo de vicisitudes sin ser sustituidos ni replicados. Tal y como recordaba ayer Eloi Miralles, esta pareja fue una de las figurantes de la gran partida de ajedrez que en 1975 se disputó en la Plaça de Toros. «Uno de los últimos episodios de utilización del Franquismo de la cultura popular».
Los gegants de un barrio
Por su parte, Pilar Diezhandino recordaba uno de los episodios que explica mejor la estima de los vecinos del Cós del Bou por estos gegants. Fue en el año 1985-1986, cuando se detectó que las pelucas estaban en un muy mal estado de conservación y tenían que renovarse. Las vecinas del barrio se implicaron hasta tal punto que se cortaron el pelo, de forma que tanto las melenas como el mostacho y las pestañas pudieron sustituirse por pelo natural.
Diezhandino fue la primera portante mujer que decidió ponerse debajo de la giganta. La figura pesa entre 60 y 65 kilos. «Los que tenían más experiencia me decían que no se trata del peso, que iba solo, después te das cuenta de que realmente es así. Cuando estás dentro no notas el peso, el problema es la altura y el compromiso, pero tanto a los hombres como a las mujeres yo les digo que vengan, que lo prueben y que los quieran».
Durante seis años estuvo como una mujer portante. No obstante, este gesto abrió la puerta a que otras se atrevieran a dar el paso y ahora ya son seis las portants.
Enia Mañé tiene 19 años. Desde los cuatro empezó a salir en activo y a los 16 se ponía por primera vez debajo de la falda. «Somos cuatro mujeres de segunda generación y animamos al resto para que podamos ser muchas más», decía.
Diezhandino habla de los Gegants Vells como de sus hijos. «Suponemos que salieron por primera vez por la coronación de la Reina María Cristina», indica.
Coincidiendo con el 175 aniversario, las figuras se dignificaron y les incorporaron algunos elementos como la espada, que pesa 3,5 kilos y es de una sola pieza hecha de plata. Los brazaletes de oro y las perlas de los pendientes de Río constituyeron el remate final de la nueva imagen, que aportó majestuosidad.
Los Gegants Vells constituyen uno de los elementos del Seguici más estimados. Miles de tarraconenses, pequeños y no tan pequeños, han bailado durante estos años al son de la Amparito Roca alrededor de esta pareja. También durante la Baixada de l’Àliga, cuando les cambian la indumentaria y les visten con la ropa antigua, para evitar que los nuevos trajes sufran algún contratiempo y se ensucien.
Enia Mañé aseguraba que la conmemoración de este 200 aniversario será «una celebración para recordar». Larga vida a los Gegants Vells y a toda su familia.
Diezhandino fue la primera portante mujer que decidió ponerse debajo de la giganta. La figura pesa entre 60 y 65 kilos. «Los que tenían más experiencia me decían que no se trata del peso, que iba solo, después te das cuenta de que realmente es así. Cuando estás dentro no notas el peso, el problema es la altura y el compromiso, pero tanto a los hombres como a las mujeres yo les digo que vengan, que lo prueben y que los quieran».
Durante seis años estuvo como una mujer portante. No obstante, este gesto abrió la puerta a que otras se atrevieran a dar el paso y ahora ya son seis las portants.
Enia Mañé tiene 19 años. Desde los cuatro empezó a salir en activo y a los 16 se ponía por primera vez debajo de la falda. «Somos cuatro mujeres de segunda generación y animamos al resto para que podamos ser muchas más», decía.
Diezhandino habla de los Gegants Vells como de sus hijos. «Suponemos que salieron por primera vez por la coronación de la Reina María Cristina», indica.
Coincidiendo con el 175 aniversario, las figuras se dignificaron y les incorporaron algunos elementos como la espada, que pesa 3,5 kilos y es de una sola pieza hecha de plata. Los brazaletes de oro y las perlas de los pendientes de Río constituyeron el remate final de la nueva imagen, que aportó majestuosidad.
Los Gegants Vells constituyen uno de los elementos del Seguici más estimados. Miles de tarraconenses, pequeños y no tan pequeños, han bailado durante estos años al son de la Amparito Roca alrededor de esta pareja. También durante la Baixada de l’Àliga, cuando les cambian la indumentaria y les visten con la ropa antigua, para evitar que los nuevos trajes sufran algún contratiempo y se ensucien.
Enia Mañé aseguraba que la conmemoración de este 200 aniversario será «una celebración para recordar». Larga vida a los Gegants Vells y a toda su familia.