El atracador del Arties, conocido en Reus como 'el ladrón de la gorra', acababa de salir de la prisión
El hombre, vecino de Reus y de 42 años, acumulaba más de sesenta antecedentes policiales, la mayoría por delitos contra el patrimonio, hurtos y robos con fuerza. Fue detenido el pasado domingo después de intentar robar en el Arties Restaurant. El juez lo envió a la cárcel. Hacía 48 horas que había salido.

El atracador del Arties, conocido en Reus como 'el ladrón de la gorra', acababa de salir de la prisión
El hombre que el pasado domingo intentó robar en el Arties Restaurant, en el centro de Reus, es un conocido de los cuerpos y fuerzas de seguridad. Según fuentes policiales, acumulaba más de sesenta antecedentes, la mayoría por delitos contra el patrimonio, hurtos y robos con fuerza.
De hecho, según cuentan las mismas fuentes, el hombre había salido de la cárcel el pasado viernes, sólo 48 horas antes de cometer un nuevo robo que lo condujo, de nuevo, a la prisión. El juez del juzgado de instrucción número 3 de Reus decretó prisión provisional y sin fianza para el conocido como «ladrón de la gorra».
Y es que, al parecer, el hombre era un experto ladrón de bares y restaurantes del centro de la ciudad. Según cuentan algunos restauradores, el hombre aprovechaba descuidos de los camareros para robar la caja de los locales, o entraba en aquellos que mantenían la persiana abierta antes de la hora de apertura y se llevaba el pote de la propina. Si alguien lo descubría, alegaba que había entrado para pedir mesa.
Siempre oculto bajo una gorra, lo que influyó en el nombre que utilizan los restauradores para referirse a él, evitaba siempre que las cámaras de seguridad de los establecimientos le enfocaran el rostro, lo que impedía, en todos los casos, la identificación del ladrón.
Hábil con la ganzúa
Según cuentan los propietarios del Arties Restaurant, el hombre entró en este local de la calle Carnisseries Velles el domingo por la tarde, justo antes de la hora de apertura. Cuando los propietarios llegaron, a las 19.30h, para preparar las mesas antes de la llegada de los clientes, no se percataron que la puerta había estado forzada. «Parece obra de un cerrajero», explican. Incluso la caja registradora parece intacta.
Cuando lo detectaron consiguieron encerrarlo en el local hasta que llegó la Guàrdia Urbana, que lo detuvo de inmediato.