El mejor vermut, a juicio
Más de cincuenta vermuts catalanes se presentan a la segunda edición de los Premis Vinari. La cata y evaluación se celebró ayer en el Centre d'Art Cal Massó

Tres examinadores presentes ayer en la cata de vermuts en el Centre d´Art Cal Massó.
El mundo sensorial es, todavía en la actualidad, de lo más complejo para el ser humano. Cada día se descubren nuevos gustos y se desmontan viejas teorías enseñadas en las escuelas. «Recuerden aquel famoso esquema de la lengua y de sus zonas de sabor.Hoy totalmente desfasado», matizó la enóloga Blanca Ozcáriz, en el coloquio inicial de la segunda edición de los Premis Vinari de vermuts catalanes celebrado ayer en el Centre d’Art Cal Massó. En este encuentro, se evaluaron vinos aromatizados con hierbas procedentes de toda Catalunya.
Un cúmulo de aromas y copas relucientes dio comienzo a una jornada donde se valoró cuáles de las 52 marcas de vermut serían las candidatas a dichos premios. «Gracias a la promoción hemos aumentado un 20% la participación, y es que nuestro objetivo es trabajar la comunicación de este tipo de productos y fomentar la cultura del vermut», dijeron los responsables de la Agència Promoció de Ciutat i Vadevi.com, entidades organizadoras.
Mesas equilibradas
Entre los 22 examinadores asistentes al certamen se encontraron entendidos procedentes de sectores muy variados: sommeliers, enólogos, cocineros, barmans, distribuidores y cocteleros. «Para alcanzar un nivel óptimo en el análisis del vermut y de cualquier producto, se necesita un equilibrio en las mesas de cata con diferentes puntos de vista», especificó Ozcáriz. Y es que los sentidos y el cerebro «van muy conectados, pero ¿hasta qué punto sabemos que mantenemos una percepción mínimamente correcta?», preguntó Ozcáriz. En realidad no se puede saber. «Cada persona tiene una percepción diferente. Tomar un fármaco o tener una mal día son variables que pueden cambiar la percepción», comentó la especialista.En la etapa básica de la cata hubo también un periodo de entrenamiento en el que todo examinador estuvo expuesto a diferentes aromas, entrenando así olfato y paladar. Este último, por separado.
La práctica de aislamiento que practicó cada uno de ellos –puro silencio– delató la minuciosidad del examen. Se disputaba la elección de tres categorías –vermut blanco, vermut rojo y vermut reserva– además de la distinción del Vermut ganador por excelencia. De esta manera Reus, volvió a distinguirse como cuna del vermut. «Tenemos marcas participantes de Reus, de la Terra Alta, Priorat, Empordà, Sabadell, etc.», comentaron las organizadoras del certamen. Los resultados se sabrán el próximo lunes 9 de mayo a las 12 horas en Vermuts Rofes.