El domingo a última hora de la tarde, una patrulla de la Guàrdia Urbana de Reus realizaba labores de vigilancia cuando observó en el paseo Sunyer como una bolsa, que después se comprobó que era de basura, se tiraba desde una ventana hasta la calle.
Los agentes pararon el coche y buscaron el edificio para localizar al infractor. La búsqueda terminó en la cuarta planta donde se identificó a un vecino, que negó los hechos y no había forma de acreditar con el contenido de la basura que fuera él el autor del acto incívico.
Sin embargo, los agentes descubrieron una vez en el piso que allí se ejercía posiblemente la prostitución y las condiciones sanitarias de las personas que habrían puesto el negocio en esa vivienda no estarían garantizadas y menos aún ahora con la pandemia de la Covid-19.
Los agentes levantaron acta para que se investigara el piso y se actuara en función de lo que se pudiera confirmar.