Falset ha adaptado el decreto de sequía del Govern a raíz de la bajada de los niveles del depósito principal que abastece a la capital del Priorat. La falta de lluvias ha comportado que el depósito de Sant Gregori se encuentre al 40% de su capacidad, una situación que ha empujado al Ayuntamiento a contratar dos cisternas diarias para normalizar sus niveles.
De entrada, la iniciativa se alargará entre diez y quince días, aunque el alcalde Carlos Brull no descarta que se alargue todo el verano si es necesario. Según el alcalde, el objetivo es recuperar los pozos municipales y garantizar el agua a la población, a la que piden un uso responsable de los recursos hídricos. Entre otras restricciones, se ha prohibido regar zonas verdes y jardines o rellenar piscinas.
Pese a que Falset forma parte de la cuenca compartida de la Conca de l’Ebre, la situación de sequía registrada en los siete pozos municipales y el depósito principal han comportado la adaptación del decreto de sequía del Govern para hacer frente a la falta de agua. Así, este viernes el consistorio ha anunciado en un BAN las restricciones que se ordenan en el conjunto de la población, a quienes piden responsabilidad y solidaridad hacia el uso del agua.
De esta forma, queda prohibido rellenar piscinas o fuentes ornamentales, regar zonas verdes, jardines o zonas deportivas y limpiar vehículos o mobiliario urbano con agua potable. También se cerrarán todas las fuentes para evitar usos indebidos. Por otra parte, también anunció que en caso de incumplir las prohibiciones impuestas, se levantará acta y se impondrán las sanciones correspondientes.
Según el alcalde de Falset, Carlos Brull, la contratación de dos cisternas diarias para intentar normalizar los niveles del depósito de Sant Gregori supondrá un coste añadido «bestial» para las arcas municipales. La infraestructura da servicio a la red municipal, donde se incluye el suministro del agua de boca de la ciudadanía, la cooperativa, restaurantes y alguna bodega ubicada en el polígono industrial.