Con el mismo éxito que el primer día de rebajas en unos grandes almacenes, pero con una filosofía completamente opuesta: fomentar la producción y el consumo responsables, tal como marca el duodécimo de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Así se estrenó la tarde de este 3 de junio el Alberich Clothing Swap, un espacio de intercambio de ropa impulsado por la Escola Alberich i Casas de Reus en cuya puesta en marcha participaron, de una manera u otra, sus alrededor de 450 alumnos. A las familias se les pidió que aportaran prendas que ya no utilizaran y, por cada una de ellas, se les entregó una cantidad de alicas (una suerte de moneda propia creada para la ocasión) con las que comprar otras piezas. Un vestido o unos vaqueros costaban dos alicas y una chaqueta, tres.
«Estos pantalones son muy bonitos y parecen de tu talla», comentaba uno de los estudiantes, en el rol de dependiente, a otro que paseaba entre las diferentes paradas junto a sus padres. Unos metros más allá, un niño insistía en llevarse una camiseta y ponía al día a los mayores que le acompañaban: «No es que esté rota, es que es moderna, las hacen así».
Las listas de precios estaban en inglés y el joven personal, perfectamente preparado para conversar en el idioma con quien se interesase por la ropa. El género sobrante –la respuesta de la comunidad fue tal que sobrepasó las previsiones del colegio y, hoy, las prendas disponibles se contaban por miles– se donará a Cruz Roja y a Roba Amiga.
Las consecuencias de la industria textil
«A partir del ODS número 12, hemos tratado de sensibilizar a los niños y niñas sobre cómo sufre la Tierra con las consecuencias que tiene la industria textil y cómo afectan a las personas las condiciones de trabajo cuando compramos un artículo a bajo precio», explicaba Bruno Morejón, maestro de inglés de la Escola Alberich i Casas. Así, «la comunidad de grandes, los alumnos de cuarto, quinto y sexto, se han dedicado a clasificar la ropa, catalogarla, etiquetarla y prepararlo todo a través de la lengua inglesa», añadía Montse Salas, también maestra de inglés, que decía que «la comunidad de medianos ha sido invitada y los pequeños también».
El Alberich Clothing Swap tenía desde «tenderos y tenderas, responsables de las paradas» hasta «encargados de almacén y logística» pasando por «márquetin, difusión y un banco central administrador de la moneda oficial». Hoy era la primera vez y «sin duda repetiremos» para «concienciar sobre lo que implica la compra compulsiva».