Anna Sabaté: «En la adversidad la mujer es la primera en buscar ayuda»
Esta antropóloga lleva más de treinta años en una entidad donde las mujeres son mayoría

Anna Sabaté en la sede de Creu Roja.
Anna Sabaté (Flix, 1965) es antropóloga de formación y lleva más de treinta años en la delegación provincial de Creu Roja en Tarragona, donde se desempeña como coordinadora provincial. Cuando asumió la responsabilidad de coordinación el cargo todavía era el de «secretario provincial», con ‘o’; ella reivindicó ser ‘secretaria’.
Cuando llegó, la entidad se dedicaba sobre todo al socorro y los equipos eran mayoritariamente masculinos. En las reuniones con cuerpos de seguridad no era extraño que fuera la única mujer.
Aunque dentro de la organización siempre se ha sentido respetada, de cara al exterior no siempre fue así. Una mujer joven en este ámbito «era sospechosa», recuerda. Alguien le llegó a decir que «quería hablar con el jefe, no con una secretaria».
Reconoce que a semejanza de lo que ocurre en Creu Roja, las mujeres suelen ser mayoría en el tercer sector. En la entidad trabajan a nivel provincial 151 mujeres (el 70% del personal laboral) y participan 1.546 voluntarias (son el 58%). Cuando se le pregunta por qué, pese a ser mayoría, casi nunca están en los puestos de visibilidad, señala que en Creu Roja hay paridad en los cargos de representación, «pero las entidades no somos ajenas a lo que pasa en el resto de la sociedad. Tal vez tenga que ver con que las mujeres valoramos menos el poder o el dinero».
La pandemia ha supuesto un reto sin precedentes y ha vuelto a dejar en evidencia que «en la adversidad la mujer es la primera en buscar ayuda, seguramente porque en una situación de crisis son las que presentan una mayor vulnerabilidad», pero también porque son las que se encargan de cuidar a la familia, señala.
La pandemia, dice, demostró la importancia de los cuidados, aunque no cree que haya servido para cambiar muchas cosas. «En las casas donde hay un padre y una madre siguen siendo ellas las que teletrabajan, las que piden los permisos... Sin resolver este tema en las casas tampoco conseguiremos la paridad en el mundo del trabajo», apunta.