Incendio forestal en Tarragona
Una protectora de animales del Baix Ebre logra desalojar y salvar del incendio a sus 140 perros
El voluntariado logró evacuar a una cincuentena de animales, que ya han podido volver a sus jaulas

Imagen de dos de los cachorros que pudieron ser salvados del fuego
Los miembros de la Protectora Arca han podido salvar de los efectos del incendio de Paüls (Baix Ebre) a los 140 perros que tienen alojados en la finca situada entre Aldover y Alfara de Carles. Las llamas estuvieron a punto de alcanzar la valla perimetral y los voluntarios incluso tuvieron que ser desalojados. Los nervios y las idas y venidas fueron constantes durante este lunes y martes, hasta el punto de que ya habían evacuado a más de una cincuentena de animales. “Los perros que se quedaron aún están muy nerviosos, pero los que se fueron ahora al volver se les ve muy contentos. Ha sido una experiencia ver cómo entraban y se reencontraban con los otros”, explicó Susi Gómez, voluntaria de Arca.
Cuando el incendio comenzó el lunes al mediodía, fueron conscientes de que la situación podría complicarse y ya empezaron a preparar “furgonetas y jaulas” por si tenían que evacuar rápidamente. Recibieron apoyo de otras entidades animalistas y protectoras, que pudieron llevarse a una cincuentena de animales cuando por la tarde los Mossos d’Esquadra les hicieron desalojar debido a la proximidad de las llamas. “El problema es que cortaron las carreteras y mucha gente que nos había ofrecido furgonetas y fincas no pudo subir”, detalló Gómez. Al no poder trasladar a todos los animales, unos 80 quedaron en la protectora.
“No queríamos irnos, queríamos quedarnos aquí con ellos, hasta que nos obligaron a marcharnos porque el fuego nos podía rodear”, comentó la voluntaria. En ese momento, cuatro camiones de los Bombers se quedaron en la zona, lo que les dio cierta tranquilidad. Tener la finca limpia de vegetación y solo con algunos árboles permitía a los efectivos de extinción trabajar con seguridad porque allí el fuego era difícil que avanzara rápidamente.
No fue hasta el martes al mediodía cuando pudieron volver a entrar a la protectora. “Necesitábamos dar agua a los perros. De comida tenían, pero sin agua no pueden estar”, explicó. “Cuando llegamos vimos que estaban todos bien, pero entonces los Bombers nos dijeron que el fuego estaba tan cerca que teníamos que llevarnos a los 80 perros. No me lo creía. Fueron momentos de mucha angustia y miedo, después de 24 horas sin dormir”, relató. Rápidamente, con la ayuda del Seprona de la Guardia Civil, pudieron contactar con otras protectoras y empezar a cargar a los 80 perros. Cuando ya tenían el trabajo avanzado “vinieron hidroaviones y helicópteros y en cuestión de una hora y media pudieron sofocar las llamas” y detener la evacuación de los perros.
Gómez destacó que todos los animales están bien y que todos son adoptables. “Hay algunos que han sufrido maltratos y penurias, pero con un poco de paciencia se adaptarán”, concluyó.