Tarragona quiere hacer mermelada con las naranjas de la calle
En la ciudad hay alrededor de 600 naranjos que producen gran cantidad de fruta amarga que se tira y se utiliza como compostaje. Ahora quiere revalorizarse

Ahora las naranjas son recogidas con los restos de poda.
Tarragona tiene alrededor de 600 naranjos en la calle que todos los años producen varios kilos de cítricos amargos, que utilizan los jóvenes para jugar y hacer guerras o acaban malográndose y a la basura. Para intentar evitar este desperdicio, desde la concejalía de Parcs i Jardins se está trabajando en un proyecto para hacer mermelada, una iniciativa que en algunas ciudades ya está funcionando y que persigue «evitar el desperdicio económico y la soberanía alimentaria», según la responsable de esta área en el Ayuntamiento de Tarragona, Elvira Vidal.
La administración local está estudiando esta posibilidad después que desde hace algunos años ya no se están haciendo tratamientos fitosanitarios con productos químicos, como los glifosatos. «Esto significa que ambientalmente son más sostenibles y si están en la vía pública no pueden estar mal», añade Vidal.
El proyecto está pensado para que participen las entidades de la ciudad que tienen centros especiales de trabajo, de forma que estos puedan hacerse cargo de la recogida. A partir de ahí, una empresa especializada con obrador se encargaría del proceso de fabricación de la mermelada, además del envasado y etiquetaje.
Vidal explica que en esta línea «ya hemos montado la primera reunión de trabajo para dar forma al proyecto, teniendo en cuenta que la Generalitat tiene una línea de subvenciones para este tipo de acciones, que puede ayudarnos». Por este motivo, se está trabajando para que la iniciativa tenga un «equilibrio económico» y una «forma jurídica» que permita acceder a la subvención, siguiendo la senda de proyectos como los Espigoladors, de Barcelona, impulsado por una empresa social y que va en esta misma línea.
El objetivo es que una parte de la producción pueda destinarse a los comedores sociales de la ciudad, mientras se trabaja para que la mermelada de Tarragona acabe convirtiéndose en un producto insignia, que sirva como regalo para las visitas institucionales que recibe el propio Ayuntamiento.
Actualmente las naranjas que crecen en las calles de Tarragona acaban cayendo al suelo y son recogidas por la brigada, de forma que todos los años se tiran toneladas y toneladas de cítricos que, junto con los restos de poda, va a parar a la planta de compostaje de Botarell.
Además de naranjos, en la vía pública de la ciudad también hay algarrobos y cerca de 500 olivos, que también producen frutos que ahora mismo no se aprovechan.