Las obras del mamotreto limitarán el Concurs de Focs de Tarragona
La empresa está haciendo los últimos retoques, mientras se está acabando de definir cómo será el espacio en este periodo de transición hasta que se inicie la renaturalización

Los operarios siguen con los últimos detalles del proyecto, para que pueda recepcionarse la obra.
Esta semana los tarraconenses volverán a mirar la playa del Miracle. Para muchos, el Concurs Internacional de Focs será la primera vez en la que podrán ver cómo ha quedado el espacio, tras las obras de derribo del mamotreto, y se preguntarán por qué no pueden bajar como siempre a la playa, cuando la estructura de hormigón ya es historia y se ha ganado una superficie muy amplia, ideal para la ocasión. La respuesta es sencilla: «Las obras se están acabando, pero todavía no están», argumenta el concejal de Medi Ambient del Ayuntamiento de Tarragona, Guillermo García de Castro.
Hasta que las obras no finalicen del todo, y se hayan hecho las inspecciones correspondientes que certifiquen que la intervención se haya hecho correctamente, el Ayuntamiento no recepcionará la obra. Esto significa que mientras duren los trabajos, la constructora es la responsable del espacio y la que tiene que garantizar la seguridad, lo que impide que cualquier persona ajena pueda acceder dentro del perímetro afectado.
De hecho, durante los días del concurso incluso se ha ampliado el cerco de la obra, de forma que no se permitirá el acceso a la parte frontal de la playa afectada por la plataforma. Esto supondrá una reducción del 25% de la superficie del Miracle.
La duración de los trabajos se programó por espacio de cinco meses y el plazo vence a finales de agosto
En esta recta final se está acabando de apisonar y nivelar la superficie de sablón que se ha generado, en la que antes había asfalto. Desde el Ayuntamiento explican que también se está ultimando la nueva iluminación que se ha instalado. Todo esto se abordará en los próximos días, después de que este lunes volvían a colocarse los separadores del carril bici, que enlaza con la playa de la Arrabassada, que durante las obras ha permanecido enterrado bajo una capa de tierra para evitar que se dañara la infraestructura recién acabada.
El derribo fue rápido y en poco más de un mes casi desapareció la estructura de 12.000 toneladas de hormigón armado. La duración de los trabajos se programó por espacio de cinco meses y el plazo vence a finales de agosto. Todo apunta a que será una de las primeras obras en las que no tocará sufrir para cumplir con los plazos, sino que incluso serán más cortos del previsto.

El estado en el que ha quedado la Punta del Miracle, tras derribar la plataforma
Aunque el Ayuntamiento no quiere poner una fecha para la finalización, la administración local pone en valor que «la empresa ha respondido muy bien». Más allá, lejos de la obra, siguen adelante los trabajos para la revalorización de los residuos desde la planta que la compañía tiene en el Baix Penedès. «Recordemos que esto también forma parte del contrato y somos muy minuciosos porque queremos que se concrete esta revalorización», afirmaba García de Castro.
¿Y después qué?
En cuestión de semanas, la primera fase de obras en la playa del Miracle finalizarán y podrá retirarse definitivamente el cerco de vallas que empezó a instalarse el 24 de marzo.
A continuación tendrá que hacerse la segunda fase, que es la que hace referencia a la renaturalización. Al respecto, el concejal socialista asegura que «este mes de agosto» estará finalizado el proyecto, que también forma parte de las acciones dentro del programa de los Next Generation, con una ayuda europea de 4,2 millones.
Este documento es el que dibujará la fotografía final. Pese a ello, el Ayuntamiento todavía no ha dado a conocer los detalles de cómo quedará el espacio el día después de las obras, cuando se retiren todas las vallas y se restablezca el paso de coches y peatones.
El responsable de Medi Ambient avanza que se reforzará la vegetación del talud junto a la vía del tren, que quedaba escondido detrás del mamotreto. Los detalles se explicarán «muy pronto» y no será hasta este momento cuando se sabrá si se mantendrán algunas plazas de aparcamiento o si se instalará una zona de juegos infantiles. Las opciones quieren consensuarse con las entidades que forman parte del Consell Municipal de Medi Ambient, las cuales decidieron que el vestigio del mamotreto que quería mantener en pie el alcalde, al final no se mantuviera en pie. Y así ha sido.