La Diputació intercede para solucionar los «déficits» de la estación de Camp de Tarragona

El Grup Impulsor del Projecte Metropolità del Camp de Tarragona quiere capitalizar el debate sobre el futuro de las infraestructuras y la movilidad en el territorio. Y es en este contexto que el vicepresidente de la Diputació y alcalde de Tarragona, Rubén Viñuales, ha decidido mover ficha e interceder con el Govern de la Generalitat para abordar los «déficits de conexión» de la estación de alta velocidad.

La respuesta viene después de que Viñuales se reuniera con el alcalde de La Secuita, Eudald Roca, y este le expresara que «no puede ser que Tarragona viva de espaldas a la estación, ya que hay muchos temas que no son municipales, sino que afectan al conjunto del Camp de Tarragona», según explica Roca. Un punto de vista que el máximo representante de este municipio siempre ha querido transmitir y que también hizo llegar a la presidenta de la Diputació, Noemí Llauradó, en otro encuentro por separado.

«Pedí ayuda y coordinación», indica Roca. Desde su entrada en funcionamiento, el 19 de diciembre de 2006, la estación todavía no dispone de un Pla Direcctor que regule los usos, lo que bloquea que puedan resolverse temas como el aparcamiento o los accesos a la terminal, que todavía no se han construido.

Pese a las malas conexiones, más de 1,3 millones de personas utilizan esta estación

El alcalde de La Secuita tan solo ha contado con el apoyo de su homólogo de Perafort y de la Cambra de Comerç de Tarragona durante todos estos años, en los que se ha reunido tanto en Madrid como en Barcelona para exigir estas mejoras. Pese a ello, hasta el momento no había encontrado el respaldo del territorio, que siempre ha mirado hacia otro lado cuando se trata de esta estación.

La terminal de Camp de Tarragona ha superado la demanda de 1,3 millones de usuarios anuales, mientras los ayuntamientos afectados se han visto sobrepasados por las exigencias burocráticas y técnicas que comporta un equipamiento de estas características.

Ahora, la situación quiere poder revertirse. «Viñuales es consciente de que es la estación de Tarragona y nosotros que también es la estación del Camp de Tarragona», indica Roca. Con este objetivo en común, esta primera toma de contacto sirvió para decidir que este mismo mes de agosto se celebrará una reunión política entre el Ajuntament de la Secuita y la Diputació, que estará representada tanto por su presidenta como por su vicepresidente primero, y que debe servir «para fijar unos objetivos que nos permitan empezar a trabajar a tres bandas», indica Roca.

Un equipo técnico

El planteamiento es que esta primera reunión, de carácter político, sirva para activar un equipo de trabajo, de carácter técnico, para ir abordando los diferentes aspectos. La respuesta de la Generalitat será decisiva, ya que muchos de los temas que se plantean competen a la administración autonómica. Así, Rubén Viñuales ya ha mandado una carta a la consellera de Territori, Sílvia Paneque, para plantear algunas de las cuestiones pendientes.

La misiva pone en valor que esta estación es una «infraestructura estratégica que, actualmente, presenta graves déficits de conexión con el sistema de movilidad del territorio». Asimismo, se señala que estos «suponen un obstáculo para la consolidación de un área metropolitana funcional y equitativa». Para ello, el grupo impulsor considera que es «imprescindible una actuación decidida por parte de la Generalitat para integrar plenamente la estación en la red de transporte público, reforzando su accesibilidad y funcionalidad».

Se plantean dos prioridades. Por un lado, la «necesidad urgente» de disponer de un Pla Director per a l’Estació del Camp de Tarragona. Y, por el otro, retomar los trabajos para la elaboración del Pla Director Urbanístic de l’Àmbit Metropolità del Camp de Tarragona, un instrumento de planificación que se impulsó desde la conselleria con los ayuntamientos y que «puede servir como base para hacer realidad la articulación de un planeamiento que vaya más allá de la suma de planes, actuaciones o equipamientos y supere las lógicas territoriales ineficientes».

El proyecto del aparcamiento 'low-cost' está en una situación de bloqueo

La carta, que fue enviada el pasado 1 de julio, quiere ser un primer paso de cara a este nuevo marco de relaciones que se ha establecido desde el territorio. «Primero, tenemos que ver todo el que la Generalitat se ha comprometido a hacer para intentar desbloquearlo con la Diputació, ya que si no hacen la carretera de acceso desde El Catllar y no se construye la rotonda junto a la estación, nosotros no podemos hacer los accesos del aparcamiento y, por tanto, estamos en una situación de bloqueo», argumenta Roca.

Cuando se puso en funcionamiento la estación de La Secuita, inicialmente era el ente supramunicipal el que tenía que hacerse cargo de los accesos. No obstante, Roca asegura que hubo un «cambio de cromos» con la Generalitat y se estableció que esta última fuera la que se encargara de ello. El proyecto se redactó y se aprobó, pero no se ha sacado nunca del cajón de la conselleria y, cuando la terminal ferroviaria ya ha superado la mayoría de edad, todavía no se ha ejecutado.

Este bloqueo ha impedido establecer unas mejoras conexiones con los municipios del Baix Gaià y el Baix Penedès para acceder a la terminal ferroviaria. Más allá, esto impide que el Ajuntament de la Secuita pueda seguir adelante con la construcción del parking low cost, que busca solventar los problemas de la estación.

El Grup Impulsor del Projecte Metropolità levanta la mirada y pone el foco en esta estación, pensando en la nueva fase que quiere abordarse a partir de otoño. Esta pasa por la creación de una asociación que integrará una treintena de municipios de esta segunda corona, formada por el triángulo entre Cambrils, Torredembarra y Valls. Estos se sumarán al trabajo iniciado por el núcleo duro, conformado por Tarragona, Reus, Salou, Valls, Constantí, La Canonja y Cambrils, con la voluntad de que Vila-seca pueda integrarse de nuevo, tras el tira y afloja por la intermodal.