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El edificio único de la Generalitat en Tarragona, en ‘stand by’ tras Lleida y la Catalunya Central

¿En la antigua prisión? El Govern valora desde hace años unificar sus sedes en el recinto que albergó la cárcel hasta 2015. En los últimos tiempos esta opción se ha enfriado

La antigua prisión está libre de presos desde 2015.

La antigua prisión está libre de presos desde 2015.foto: Pere Ferré

Octavi Saumell

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Uno de los grandes retos pendientes que tiene la Generalitat de Catalunya en el Camp de Tarragona es unificar todos sus servicios territoriales en un único edificio, al estilo de lo que ya tienen desde hace años Girona (2010) y Tortosa (2017).

En Tarragona ciudad, por ejemplo, la dispersión es evidente: Educació está en la calle Sant Francesc; Cultura, en la calle Major; Empresa, en Joan Baptista Plana; Drets Socials, en la Avinguda d’Andorra; mientras que la atención de Drets Socials, Territori y la Delegació del Govern se lleva a cabo en la Casa Gasset de la calle Anselm Clavé, frente a la Plaça dels Carros.

Según ha indicado en reiteradas ocasiones la Generalitat, toda esta dispersión cuesta cada año unos 3.5 millones de euros entre alquileres, seguridad, agua y servicios energéticos.

Unos 900 empleados

A lo largo de las últimas legislaturas, el Govern ha puesto sobre la mesa la necesidad de ordenar el servicio que se presta en las comarcas tarraconense. De hecho, especialmente durante la gestión de Teresa Pallarès (Junts) y Àngel Xifré (ERC), la Generalitat puso sobre la mesa el proyecto.

Entre 2021 y 2024 se hizo público que el emplazamiento escogido eran las dependencias de la antigua cárcel, ubicadas en la Avinguda República Argentina, frente a El Corte Inglés. Según las estimaciones, las necesidades de espacio serían de unos 30.000 metros cuadrados para dar cabida a los 900 empleados que la Generalitat tiene en los servicios territoriales del Camp de Tarragona.

Inmueble protegido

Pese a ello, va pasando el tiempo y la opción de la cárcel parece haberse enfriado. Uno de los puntos en su contra es que la obra del arquitecto Francesc Monravà de 1942 está protegido como Bé Cultural d’Interès Local (BCIL).

De momento, la opción del inmueble único en Tarragona está en cola, por detrás de Lleida y la Catalunya Central, donde los procesos están mucho más avanzados. En la Terra Ferma, el 25 de septiembre se adjudicó el concurso de ideas para el futuro edificio, que se ubicará solar de Magisteri. Se presentaron 29 ofertas y el equipo ganador podrá iniciar los trabajos de redacción del proyecto y del Pla de Millora Urbana a partir de enero de 2026, y dispondrá de un año para presentarlo

Por lo que se refiere a la Catalunya Central, el inmueble se ubicará en Manresa. Las obras empezaron en octubre, comportan una inversión de 24 millones de euros en un recinto de casi 10.000 metros cuadrados que está previsto que pueda ser una realidad en la primavera del 2028.

Tras Lleida y Manresa, el gran reto será colarse en la lista de espera. Para ello, sin embargo, primero deberá cerrarse el culebrón de la antigua prisión y confirmar oficialmente la sede que el Govern necesita para dar el gran salto de calidad en Tarragona.

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