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El juzgado número 1 de Tarragona ha archivado provisionalmente la causa contra el agente de los Mossos d’Esquadra que conducía la unidad ARRO (antidisturbios) que atropelló a un joven de 17 años durante los disturbios de 2019 en la ciudad.
La sentencia descarta que la conducta de los policías fuera dolosa porque las peritaciones han demostrado «la falta de visibilidad» del vehículo, «la escasa velocidad» a la cual iba y que la víctima estaba detrás de un contenedor. La resolución asegura que no había posibilidad «de evitar» el atropello porque fue el impacto de otro vehículo de los antidisturbios con otro contenedor el que desplazó al primero. El tribunal da cinco días para presentar un recurso de reforma o apelación.
Protesta contra la sentencia del juicio del procés
Los hechos se produjeron la noche del 17 de octubre, durante las protestas contra la sentencia del juicio del procés. La causa se abrió aquel mismo mes, pero por sentencia del Tribunal Constitucional (el abril del 2022) estimó el recurso de amparo y anuló el sobreseimiento y los recursos de reforma y apelación que también se habían resuelto más tarde.
El 26 de abril del año pasado se reabría la causa y se tomó declaración y se hizo un reconocimiento médico forense a la víctima del atropello, que tenía 17 años en el momento de los hechos. También se requirió a los Mossos d’Esquadra una copia del seguro del vehículo implicado en los hechos y se citó a declarar los agentes investigados.
Sin culpa penal
Según las diligencias practicadas, no existe culpa penal en la conducta de los agentes. La versión policial coincide de forma verídica sobre cómo ocurrieron los hechos y la sentencia considera corroborado este hecho con las imágenes y el informe policial.
Los agentes defienden que la intervención tenía el objetivo de disuadir a los manifestantes en medio de un contexto de «gran violencia». El informe técnico de los Mossos d’Esquadra apunta que el conductor de la furgoneta policial no pudo evitar el atropello y que respondió a las órdenes de su superior. Los manifestantes desplazaron un contenedor en medio de la calle y a raíz de este hecho y la furgoneta chocó. El denunciante quedó detrás de uno de estos elementos sin que el conductor del vehículo se diera cuenta de su presencia.
La sentencia descarta la culpa del conductor y el resto de agentes que intervinieron en la actuación. La víctima, que era menor de edad en el momento de los hechos, necesitó 40 días para recuperarse de las lesiones, tres de los cuales con ingreso hospitalario.
