El COE espera construir la piscina pero admite que 'hay alternativas'
Ayuntamiento y Gobierno negocian una aportación adicional de la administración central de 2,7 millones

Alejandro Blanco, Amar Addadi y Javier Villamayor, en una imagen reciente.
El presidente del Comité Olímpico Español (COE), Alejandro Blanco, consideró ayer que Tarragona debe ser el gran referente de los Juegos Mediterráneos después de que acoja la edición del año que viene y explicó que los detalles que faltan por ultimar se harán «en un plazo inmediato».
«Faltan una serie de cosas que se tienen que cerrar en breve, que es ya, en dos semanas. Si el gran referente de los Juegos Mediterráneos hasta ahora ha sido Almería, después de Tarragona tienen que seguir siendo Almería y Tarragona. Se está trabajando mucho y confío plenamente en que vamos a hacer unos grandes Juegos», afirmó. Blanco explicó, asimismo que, a fecha de hoy, «faltan por cerrar dos instalaciones: la piscina y el pabellón», y que «están asegurados», aunque «hay soluciones alternativas. Por eso estoy tan tranquilo», añadió.
Se da la circunstancia de que el pasado martes el alcalde de Tarragona, Josep Fèlix Ballesteros (PSC), se mostró convencido de que esta instalación se haría y que el Estado sufragaría el coste de construcción del nuevo equipamiento, si bien admitió que los detalles no se conocerían hasta «dentro de unas semanas».
El máximo representante municipal afirmó que la competición acuática se haría en Tarragona ciudad y no en Reus o Barcelona. De hecho, desde hace semanas Ayuntamiento y Gobierno negocian una aportación adicional por parte de la administración central, que hasta la fecha se ha involucrado en 3,4 millones de euros para remodelar el estadio de atletismo de Campclar y el Nou Estadi. En este sentido, la petición municipal es que el Estado añada a esta cantidad otros 2,7 millones, que servirían para construir el futuro centro acuático de Campclar.
División sobre el Palau
Por su parte, el delegado del Govern en Tarragona, Òscar Peris (ERC), se mostró ayer satisfecho por el desbloqueo en la construcción del Palau d’Esports. Por ello, confía «plenamente» en que la instalación «será una realidad antes de los Juegos», a la vez que reiteró que «no será necesario ejecutar ningún plan B» para hacer realidad la inversión de 14,7 millones de euros que se realizará en tres fases.
Por su parte, los grupos de la oposición del Ayuntamiento de Tarragona temen que el calendario «está ya demasiado al límite». Pese a ello, Ciutadans, ERCy CDC se muestran satisfechos con el paso dado con el pabellón.
«Nos interesa mucho que este polideportivo se haga, ya que es el gran legado, pero el optimismos es, en estos momentos, un lujo que ya no nos podemos permitir», afirmó ayer el jefe de la oposición, Rubén Viñuales (C’s).
Pau Ricomà (ERC) indicó que el anunció del Govern «demuestra que la Generalitat tiene un compromiso en firme con los Juegos», a la vez que lamentó que «el Estado sólo realiza anuncios vagos sobre su implicación en el evento».
Albert Abelló (CDC) remarcó que «queda claro que la Generalitat es el socio más fiable de los Juegos del Mediterráneo, pero el plazo ya es muy ajustado para construir el Palau».
Laia Estrada (CUP) remarcó la oposición de su partido al evento y, por ello, explicó que su formación pondrá sobre la mesa la inversión en los Juegos de cara a las negociaciones con Junts pel Sí para los presupuestos de la Generalitat de Catalunya.
Finalmente, Arga Sentís (ICV) lamentó que «el calendario ya está ajustadísimo» y teme que esto «afecte a las condiciones de trabajo de los operarios que lleven a cabo las obras de construcción».