La Fiscalía de Medio Ambiente abre diligencias por la ampliación del parking Torroja

La Fiscalía de Medio Ambiente ha abierto diligencias de investigación por el proyecto de ampliación del parking Torroja, cuyas obras se ponían en marcha a mediados del pasado mes de enero. El Ministerio Fiscal quiere esclarecer si el movimiento de tierras que se ha generado en este entorno podría constituir un delito contra la ordenación del territorio, lo que supondría que el Ayuntamiento de Tarragona ha incumplido las normas urbanísticas vigentes.

La investigación llega a raíz de una denuncia presentada por un vecino del barrio de Els Músics en la que se exponía que estas obras han comportado «una violación del medioambiente». Esta se basaba en la tala de árboles que se llevó a cabo en la fase previa y que afecta a una zona de unos 9.000 metros cuadrados de superficie aproximadamente.

El fiscal no consideró la tala de árboles un indicio suficiente para abrir una investigación, ya que según fuentes consultadas, tan solo constituye un delito si afecta a especies protegidas, y este no sería el caso.

Después de esta negativa, el denunciante aportó nueva información. Entre esta constaban algunas fotografías y un artículo publicado el pasado 7 de febrero en el Diari de Tarragona. Este lo firmaba el arquitecto Enric Casanovas y una de las afirmaciones que se decía es que «hacemos aparcamientos en terrenos públicos con las mejoras vistas al mar, en los mejores sitios de Tarragona. Y, además, no cumpliendo la normativa urbanística».

Este escrito apuntaba que la ampliación de este aparcamiento «cuela por los pelos», ya que estos son terrenos reservados a «equipamientos». En base a esta calificación, Casanovas cogía las cláusulas que marcan las condiciones de edificación y ordenación, y apuntaba que el proyecto «no cumple» con aspectos relacionados con la regulación de adaptación topográfica de movimientos de tierras o que no se permiten terraplenes.

Sin embargo, dos días más tarde este mismo rotativo publicaba una rectificación del artículo en el que este arquitecto decía que «la clave 7 a la que hice referencia como equipamientos no era la correcta sino la 5, referida a sistemas viarios, aparcamientos en superficie (5a) donde se incluye este aparcamiento en superficie».

La nota en cuestión añadía que «esto representa, estrictamente, que no es aplicable el artículo 78 sobre adaptación topográfica a la cual hacía referencia como parámetro de incumplimiento de planeamiento. Y, por tanto, estrictamente hablando, no incumple el planeamiento urbanístico».

Por el momento, Casanovas ha sido el único testimonio que ha llamado a declarar la Fiscalía sobre este tema. El arquitecto compareció el pasado martes, cuando prestó declaración delante de la Policía Judicial de la Guardia Civil. Asimismo, el fiscal también ha solicitado al Ayuntamiento más información sobre el proyecto.

1,2 millones de Europa

El concejal de Territori, Xavier Puig, afirmaba que «de acuerdo con lo que nos dicen los servicios técnicos y jurídicos del Ayuntamiento la denuncia no va a ninguna parte». Se basa en dos aspectos. El primero es que la calificación urbanística de estos terrenos en las normas subsidiarias es de «sistema viario, aparcamiento en superficie». Asimismo, la administración local defiende «no teníamos ninguna obligación de hacer el estudio ambiental y paisajístico».

El tercer teniente de alcalde pone de manifiesto que este proyecto –que permitirá pasar de las 154 plazas actuales a 349– obtuvo una subvención de 1.260.678,28 euros de los fondos europeos Next Generation «porque fue muy bien valorado desde el punto de vista de transición ecológica». Y es que el Gobierno defiende que este tiene una «función importante» desde el punto de vista de «descongestionar» la ciudad.

La ampliación de esta zona de estacionamiento se plantea como una alternativa para los vecinos de la Part Alta, de cara a plantear en un futuro «actuaciones más atrevidas en cuanto a la peatonalización». En paralelo, al estar ubicado en una de las entradas de la ciudad se busca que pueda reforzar la oferta de plazas disuasorias disponibles.

Si bien algunos vecinos están en contra de la actuación por el incremento de tráfico que supondrá en la zona, el presidente del CN Tàrraco, Alex Jerez, asegura que «lo estamos esperando». Esta entidad ve que la dificultad de aparcamiento en la zona constituye un problema para algunos de sus socios, especialmente por las tardes. Por este motivo, la entidad ya ha mantenido las primeras conversaciones con el Ayuntamiento sobre el modelo de gestión. «Estamos esperanzados a ver si lo hacen de los disuasorios a un euro, lo que sería fantástico», argumenta este presidente.

La ejecución de las obras empezó a inicios de año y está previsto que se alargue durante un año aproximadamente. Sobre el terreno, tres máquinas excavadoras están trabajando y ya han dibujado el sistema de rampas que permitirá bajar la montaña, desde el parking actual a la calle Johann Sebastian Bach. Finalmente, después de conversaciones con los vecinos para reducir la presión del incremento de tráfico que comportará el proyecto, por la parte de abajo tan solo podrá salirse, mientras que la entrada será desde el Passeig Torroja, que también mantendrá su salida.

El terreno está completamente pelado y tan solo pueden verse los grandes bloques de piedra. «Ahora está todo de aquella manera, pero debemos esperar a que todo esté replantado porque será muy diferente», argumenta el responsable de urbanismo. El Ayuntamiento defiende que la actuación que se está llevando a cabo «no será un aparcamiento y punto, sino que estará integrado paisajísticamente». El 67% de los árboles que había en esta superficie se han replantado. Son las especies con un valor ecológico como los olivos, el laurel y los almez. No ha sido así con los pinos que «no pueden trasplantarse porque no acaban bien», según el concejal de Territori. Este explica que la «jardinería mediterránea» estará muy presente en el futuro parking Torroja.

plazas tendrá la futura superficie de aparcamiento, cuyas obras se iniciaron a inicios del mes de enero