Ricomà propone crear un camino turístico de la Catalunya Nova

Tarragona y Lleida siguen estrechando alianzas territoriales, prueba de ello es la segunda reunión de la Jornada DAFO, que celebró su partido de vuelta en el Palau de Congressos, seis meses después de la reunión en la capital del Segrià. Si este formato prospera, quizás en la próxima ocasión los participantes podrán calzarse las chirucas y coger los palos de caminar para el reencuentro. De esta forma podría estrenarse el camino de la Catalunya Nova, un sendero turístico que enlace ambas capitales y que «podría aprovechar el trazo que ya tiene del Camí de Sant Jaume, sin ser tan exigente». Es la propuesta que hacía el alcalde de Tarragona, Pau Ricomà, quien intervino en la última mesa redonda, junto a su homólogo en Lleida, Miquel Pueyo.

Ricomà argumentó que la creación de esta ruta turística sería una oportunidad para poner en valor el cicloturismo, así como el patrimonio enológico y la gastronomía, además de la Ruta del Cister. «Tenemos un territorio maravilloso y un paisaje increíble ¿Qué hay que hacer? Unirlo a través de caminos», decía. Incluso abrió la puerta a la posibilidad de extender esta vía hacia el sur, llegando a la Ribera d’Ebre, e incluso Tortosa, para subir en dirección Mequinença, hasta la capital de la Terra Ferma.

Los vínculos turísticos entre ambos territorios fueron muy presentes durante toda la mañana, pero también se habló de infraestructuras, y aquí el protagonismo se lo llevó la A-27 y el Coll de Lilla. Al respecto, Pueyo destacó que esta inversión permitirá reducir en 17 minutos la conexión con la costa, lo que es muy esperado para la veintena de camiones que a diario van al Port de Tarragona, transportando cerca de dos millones de toneladas de productos para piensos anualmente.

Pueyo también hacía referencia a las «expectativas» para crear un puerto seco en la futura zona industrial de Torreblanca, que comprenderá una superficie de más de 900 hectáreas. Y es que durante esta parte del coloquio también se habló sobre las conexiones ferroviarias y los protagonistas no pudieron obviar las informaciones de los últimos días, según las cuales el Estado tan solo ejecutó un tercio de las inversiones previstas durante el año pasado. «Tenemos un problema grave y no tan solo Lleida y Tarragona, sino el conjunto del país», argumentó Pueyo. También hacía referencia a esta desinversión el presidente de la Diputació de Lleida, Joan Talarn, quien lamentaba que esta situación «castiga a los sectores económicos que no entienden de política sino de prosperidad».

Por su parte, Ricomà hacía referencia a las tres conexiones diarias entre ambas ciudades, a través de la R-14. «Es escandaloso», lamentaba el edil republicano, quien defendió que «en la época de la descarbonización debe cambiar radicalmente». Por este motivo, apeló a la necesidad de «cambiar absolutamente el modelo».

Ambos coincidieron en que no sirve de nada el papel de ‘cenicienta’ respecto a la centralidad que ejerce Barcelona en el mapa. Asimismo, pusieron en valor el trabajo conjunto con los universidades, como motores para la generación de conocimiento vinculado al territorio.

Noemí Llauradó, presidenta de la Diputació de Tarragona, habló de «dos demarcaciones que se complementan» unidas por «los flujos vacacionales, económicos y empresariales». «Si Lleida es fuerte y Tarragona es fuerte, también lo será el conjunto de Catalunya», decía.

Los representantes políticos tomaban la palabra después de una larga mañana en la que se habló sobre el turismo como sector estratégico y del futuro industrial y el impacto sobre los municipios. La jornada, organizada por el Col·legi d’Economistes de Catalunya, reunió a una cincuentena de personas que pudieron hablar largo y tendido sobre sinergias, alianzas y oportunidades comunes. De hecho, estos fueron algunos de los términos que más se utilizaron durante toda la mañana.